EL EFECTO PLACEBO
Cualquier persona puede, si tiene poder de convicción, sanar a más de una persona, aunque no tenga idea de medicina. Basta que ese paciente le tenga fe y puede sanarse, sin importar la metodología que el sanador o un charlatán utilicen.
Esto queda claramente demostrado con el efecto placebo, muy utilizado en Medicina para el estudio de drogas medicamentosas. Supongamos que a un médico se le entregan un grupo de envases con cápsulas que contienen una nueva droga, la más espectacular para el tratamiento del dolor de cabeza, y se le pide que como parte de la investigación la utilice en sus pacientes y controle la evolución de los mismos.
El médico no sabe que es un placebo, es decir, cápsulas con un material inerte carente de todo efecto curativo. Explica a sus pacientes, convencido de ello, las bondades de la nueva terapia.
Un significativo porcentaje de los pacientes sanará de su cefalea, que no respondía a las terapias clásicas y sí respondió en forma casi instantánea a esta nueva droga tan efectiva. ¿Cómo explicar esto?
La fe de esos pacientes en su médico y la confianza que él depositó en la nueva droga, es decir la creencia del paciente y la fe del médico en la terapia, lo hicieron sanar.
La sanación en general y la autosanación en particular pueden considerarse una autosugestión realizada sin tener idea de la personal participación en el mérito de la sanación, pueden ser vistas como resultado de la fe subconsciente en el poder mental. ¡Es un don mental natural!
Se requiere de la certeza que se puede utilizar y del poder de autoconvicción que tengamos, para así lograr convencer conscientemente al subconsciente que es el encargado de dirigir la energía al nivel celular.
Él actúa creando circunstancia propicias para la curación y permite la acción natural del organismo de sanarse a sí mismo. Para lograrlo no se necesita ser un paranormal ni un ser superior o realizado, se requiere de la voluntad de querer sanar, de comprender que podemos hacerlo y usar los pensamientos y la visualización para lograrlo, ayudados por una simple metodología que ayuda en los resultados a quien actúa como médico a como sanador.
Aceptemos quienes somos y una vez que lo sepamos actuemos de acuerdo a ello.