Los aditivos son sustancias químicas que se agregan a los alimentos durante su proceso de elaboración. Entre sus objetivos se encuentran evitar que aquéllos se echen a perder en un plazo corto de tiempo y mejorar su apariencia, color o sabor. Así, existen los colorantes, los conservantes, los antioxidantes, los emulgentes, los edulcorantes artificiales y los potenciadores del sabor.
Aunque hoy en día se consideran necesarios e inevitables, muchos expertos y estudiosos del tema aseguran que pueden tener efectos tóxicos importantes hasta el punto, incluso, de contribuir –algunos de ellos– al desarrollo de ciertos tumores.
Nocivos o no, lo cierto es que llegamos a tomar grandes cantidades de esas sustancias. Por eso:
• Lee las etiquetas de todos los productos que consumas y elige aquéllos que tengan menos aditivos.
• Cuanto “más natural” sea el sabor de un alimento, menos aditivos lleva. Aprende a apreciarlo así.
• Rechaza los productos que contengan varios aditivos del mismo tipo innecesariamente.
• No consumas alimentos con colores muy llamativos o muy intensos. Son los que contienen mayor cantidad de colorantes.