LA JUSTICIA ES UN CACHONDEO¡¡¡¡¡¡

LA JUSTICIA ES UN CACHONDEO”


Hace muchos años, cuando esta Democracia comenzada su andadura, un político andaluz dijo esta frase, la cual le proporciono muchos problemas con la nombrada, JUSTICIA. Hoy es mas cierta que nunca.

Hemos crecido escuchando que cualquier conflicto, debe resolverse en los tribunales. Nos han hecho creer que cualquier delincuente será castigado por la JUSTICIA. Hemos repetido tantas veces: VIVIMOS EN UN ESTADO DE DERECHO, que lo hemos creído.
Crecimos con esta joven Democracia, pero cuando nos hemos ido incorporando a la sociedad como productores en mercado laboral, es cuando comenzamos a dudar si esto es real.




Todos tenemos en la memoria alguna sentencia escalofriante e inaudita:


- Un violador absuelto porque la mujer llevaba minifalda.

-Un ladrón de millones y millones de pesetas que sale de la cárcel a los 3 años y sin devolver el dinero robado!

- Una sentencia que condena a los padres de un hijo fallecido a pagar la reparación del coche que mato a su hijo.

- Violadores que salen de permiso por buena conducta, y aprovechan ese tiempo para volver a violar o asesinar y ya no puede ser juzgado por ese delito.

- Políticos corruptos que después de enriquecerse con el dinero que los ciudadanos honestos paganos con mucho esfuerzo, vemos como su delito se queda en nada y el resto de su cómplices… jamás sabremos quienes fueron.



El caso Mari Luz, destapa mucho algo peor y de la manera más cruel. Ya no son las sentencias de un HOMBRE o MUJER que decide; que está bien o mal, interpretando leyes en muchos casos que se dictaron hace dos siglos. Se pone en evidencia la ineptitud de muchos funcionarios de justicia, el caos judicial, la dejadez, y lo que es peor ¡Nadie se hace responsable de nada ¡ ¿ES LA JUSTICIA JUSTA?


¿Es que los jueces y juezas se creen por encima del resto de los humanos, más allá del bien y del mal? Es incomprensible y vergonzoso. No nos olvidemos que hay jueces pederastas, corruptos, violadores, agresores a la mujer, todos hemos escuchado alguna noticia sobre eso.



En el siglo XXI LA ERA DE INTERNET, los juzgados tardan años en que un asesino vaya a la cárcel y si recurre, se paraliza y cuando sale la sentencia ya ha prescrito. ¿Ha prescrito un delito?



¿Prescribe para los ciudadanos decentes una multa, un impago de contribución una sanción de Hacienda? ¿Tardan tanto los bancos en embargar una vivienda a una familia?


Los ciudadanos que mantenemos este sistema, trabajamos y pagamos impuestos nos sentimos desprotegidos. Nosotros SI estamos totalmente controlados, ahí si funciona internet, si estamos en el siglo XXI.


Hacienda sabe que ganamos, que vendemos, que compramos, cuantas casas tenemos. Los ayuntamientos buscan nuestras nominas si se nos ha pasado la fecha de pagar los impuestos, nuestras multas son retiradas de la cuenta rapidamente. Conclusión: solo los trabajadores modestos y dentro de la LEY estamos totalmente vigilados, intervenidos y localizados. Solo nos falta llevar un chip para saber en qué lugar estamos en cada momento, aunque incluso esta resuelto con el teléfono móvil.


Pero en caso de ser delincuente las cosas funcionan mejor; ellos están protegidos contra la rabia de una sociedad, tiene el derecho a un juico justo, si son insolventes, no pagan. Para colmo de negligencias los juzgados y las “fuerzas y seguridad del ESTADO” no tienen información entre ellos de los propios delincuentes. ¿Es tan difícil controlar a los pederastas, violadores, asesinos, psicópatas, estafadores?


¿No será que es más práctico controlar a LOS PAGADORES DEL Sistema? Hay que reponer el dinero que otros se llevan o malgastan.



Mientras miles de enfermos y enfermas de Síndrome de Fatiga Crónica, Fibromialgia, Sensibilidad Química Múltiple tenemos que pasar por los juzgados para que digan SI NUESTRA ENFERMEDAD ES REAL Y NOS IMCAPACITA.


Tenemos que ver como el Sistema de Sanidad público lo diagnostica y lo oculta en un juicio.


Los delincuentes tienen derecho a la reinserción en la sociedad,


Los enfermos y enfermas somos excluidos y sin derechos.


Paradojas de este País