¿Preocuparme demasiado afecta a mi salud?
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por la presencia de preocupaciones excesivas e incontrolables que puede tener una persona sobre diversas áreas (laboral, académica, salud, etc.), así como la dificultad de mantenerse concentrada en lo que ocurre en el tiempo presente. Estas preocupaciones interfieren de manera significativa en la vida de quien padece este trastorno.
Muchas veces pasa desapercibido, por lo cual es necesario diferenciar las preocupaciones normales, aquellas que pueden controlarse o ser dejadas de lado fácilmente, de las excesivas. Estas últimas pueden acompañarse de síntomas como:
- Inquietud
- Fatiga
- Dificultades para concentrarse
- Irritabilidad
- Tensión muscular
- Alteraciones del sueño
Estudios epidemiológicos seañalan que, entre el 6.6% y 8.9% de la población general va a tener un cuadro de TAG a lo largo de su vida. Afecta con mayor frecuencia a las mujeres (11.1%), que a los varones (7,8%). En los adultos mayores es el trastorno de ansiedad más frecuente. Debido a la cronicidad del cuadro, las personas con TAG consideran que “siempre fueron de preocuparse y a menos que dejen de tener problemas concretos, no dejarán de preocuparse.” Por ello, no resulta sorprendente que consulten luego de muchos años de sufrirlo.
La edad típica de inicio ocurre entre el fin de la adolescencia y antes de los 30 años, siendo el inicio más tardío cuando hay otro trastorno de ansiedad preexistente. El TAG está fuertemente asociado a trastornos del estado del ánimo (depresión 67% y distimia 90%), otros trastornos de ansiedad (ataques de pánico 22%, fobia social 21%, trastornos obsesivo compulsivo 16%, fobia específica 7%, trastorno de estrés postraumático 30%) y a un deterioro en el funcionamiento social y ocupacional. Este trastorno puede afectar seriamente el desempeño, de hecho las personas con TAG tienen más ausencias y dificultades laborales, comparadas con aquellas que no tienen un trastorno mental.
Si bien no se puede establecer una relación causal entre preocupación y enfermedad médica, sabemos que preocuparse tiene consecuencias físicas. Según un estudio de la Universidad de Columbia, algunas enfermedades se asocian a la presencia de preocupaciones excesivas. Entre ellas se destacan: artritis reumatoidea, úlcera péptica, síndrome de colon irritable, enfermedades coronarias, migraña, hipertiroidismo, diabetes, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Además, los pacientes con TAG que presentan problemas médicos registran el dolor de manera diferente, acompañado de un aumento en la percepción de los síntomas médicos.
En la actualidad se cuenta con tratamientos específicos para el TAG, siendo los de primera elección los cognitivo comportamentales, en combinación con farmacoterapia. El tratamiento incluye el desarrollo de habilidades que permiten tolerar la incertidumbre que generan las preocupaciones y orientarse de manera más eficaz a los problemas.
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