CARNE ROJA

El consumo de carne y carne roja puede tener sus beneficios, pero debemos tener especial control en las cantidades. Han habido muchos estudios que advierten los riesgos del consumo de demasiada carne, y especialmente de carne roja.

El National Cancer Institute de Estados Unidos ha realizado un estudio en el cual señala la relación que posee el consumo de carne roja con el padecimiento de cáncer de riñón, especialmente si está cocinada al grill o barbacoa, ya que de esta forma, se ingieren más productos químicos.

El estudio analizó a 500.000 americanos mayores de 50 años durante nueve años. En promedio, los hombres que participaron comían entre 57 y 85 gramos de carne roja al día y las mujeres consumían 28 a 57 gramos. Se encontró que los adultos que comían más carne roja, aproximadamente 113 gramos, tenían más posibilidades (19%) de padecer cáncer en los riñones que los que comían menos de 28 gramos diarios. Durante este período de nueve años, 1800 de los estudiados fueron diagnosticados con cáncer renal.

Lógicamente, se tomó en cuenta diferentes aspectos de las personas además del consumo de la carne, como la edad, el consumo de frutas y verduras, si eran fumadores, el hábito de beber, la situación médica como la diabetes y la presión alta.

Los hallazgos de esta investigación apoyan las recomendaciones de las dietas para prevenir el cáncer. Hay que limitar el consumo de carne roja y procesada, y prepararla al horno o a la plancha.

Este estudio, también muestra que no todas las personas que consumen carne roja diariamente caen enfermos ya que en ocasiones personas que ingieren rara vez esta proteína, pueden padecer del cáncer renal.

Por lo tanto, a partir de esta información debemos comprender que el consumo de carne roja debe hacerse con conciencia y moderación. No es necesario dejarla de comer definitivamente por la relación entre ésta y el cáncer de riñón ya que su riqueza en hierro es muy beneficioso para nuestro organismo.

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Gracias por informarnos... y además ahora casi todas las carnes llevan restos de hormonas y demás porquerías que les dan a los animales para que engorden y sean más rentables...

Gracias por la información digo lo mismo que Chary

gracias por la informacion
un saludo

Gracias por la información. Yo soy más carnívoro que otra cosa. Tendré que cambiar de hábitos y comer más pescado y verduras. Eso si, jamás comeré judías verdes (me obligaban a comerlas de pequeño), je, je.

A mí las judias verdes me encantan, sin embargo odio la coliflor que era lo que me obligaron de pequeña a comer... jajaja me comí un plato de arroz con coliflor para merendar pues no lo quise para comer, así que en mi casa no ha entrado nunca la coliflor...

Yo tuve las judías para comer, merendar, cenar, etc... porque no quería comérmelas. Al final me las tuve que comer porque mi madre no me daba otra cosa y tenía tanta hambre que me hubiera comido un elefante, jajaja.

En mi casa cada vez consumimos menos carne (roja -de potro-, 1 o 2 veces por mes, y pollo, pavo y avestruz).

Con los productos lácteos también hemos reducido mucho su consumo; yo solamente la que corto un café al día, y algún trocito de queso, y nada más.

He leído muchos más artículos en contra que a favor.