La fibromialgia afecta a la vida de parejaDolores articulares, cansancio, trastornos del sueño… Está comprobado que es muy difícil vivir con fibromialgia para los que la padecen, pero también lo es para sus cónyuges. Un estudio americano evalúa el impacto real que tiene en la vida de pareja.
La fibromialgia es desde el inicio un dolor crónico que se extiende por todo el cuerpo. Sus síntomas, en general, dificultan la vida del paciente, pero también la de su pareja, como han dado a conocer los investigadores de la Universidad de Missouri.
Fibromialgia: ¿qué consecuencias conlleva en la vida de pareja?
Sigue habiendo controversias respecto a la fibromialgia, no siempre hay un consenso en lo que respecta al origen o al tratamiento de esta enfermedad. Y así, los pacientes suelen ir probando diversos tratamientos. ¿Cómo puede afectar el diagnóstico de fibromialgia a la vida de pareja? Como parte de un estudio, los investigadores de la facultad de Ciencias Humanas del Medio Ambiente estudiaron el impacto que tiene la fibromialgia o un dolor crónico generalizado en el paciente y su pareja. Cada uno de los participantes debía informar a diario de sus interacciones conyugales y sus sentimientos personales.
A la luz de estos datos, el equipo de Christine Proulx, principal autora del estudio, ha evaluado las asociaciones existentes entre la calidad de la vida en pareja, el sustento social y el bienestar general de los cónyuges. “Las investigaciones preliminares sugieren que la fibromialgia puede cambiar radicalmente la vida personal del paciente, pero también la de su pareja”, declara Christine Proulx. “Parece que existe una estrecha relación entre la fibromialgia y los sentimientos de depresión y
cansancio, que pueden resultar nefastos para las personas a las que se lo diagnostican y para sus parejas. El impacto psicológico de la enfermedad realmente puede perjudicar la calidad de la vida en pareja”.
Un impacto psicológico importante en el paciente… y en su pareja
El cónyuge diagnosticado presenta unos niveles más elevados de inestabilidad conyugal y más problemas de pareja, lo que indica que son más susceptibles de divorciarse que sus parejas. Los cónyuges con buena salud han declarado que resulta muy duro ver cómo sufre su pareja y no poder hacer nada. Para la pareja en su conjunto, los síntomas pueden desencadenar la aparición de un rechazo emocional y un cierto cansancio mental.
“La enfermedad pone en apuros a los dos cónyuges”, ha declarado M. Proulx. “Los cónyuges deben conseguir ser partícipes de la enfermedad, lo cual puede comportar hostilidad o rechazo por parte de la pareja, y la dificultad de estar enfermo o de cuidar a una pareja que lo está. Estos factores pueden crear un círculo vicioso muy nocivo si no se superan”.
Enfermedad y Estres
Los investigadores trabajaron durante varias semanas con matrimonios en los que uno de los miembros de la pareja sufría de fibromialgia. Todos los días ambas personas registraron por escrito cómo interactuaban con su marido o mujer, y cómo se sentían frente a lo que estaba pasando.
Proulx encontró que las personas con fibromialgia tenían un riesgo tres veces mayor de deprimirse que sus parejas. A su vez, percibían mayor inestabilidad en su relación e índices más altos de enojo marital. Por lo tanto, los pacientes enfermos podrían tener más posibilidades de considerar un divorcio que sus parejas. Los miembros sanos de la relación comentaron que les resultaba muy difícil ver como su compañero o compañera sufría.
“La fibromialgia es muy difícil para ambos miembros del matrimonio porque sus vidas cambian dramáticamente. Parece que hay un vínculo fuerte entre esta patología y los sentimientos de depresión y de fatiga, que pueden ser muy debilitantes tanto para quien sufre la enfermedad como para el matrimonio en sí”, concluyó Proulx.L. Blanchot
FUENTE.
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