Crece el número de enfermos que se anima a volar

Crece el número de enfermos que se anima a volar

M.S.M.

Nuevos tiempos, nuevos riesgos. Cada vez son más las personas que se suben a un avión y también se ha incrementado el número de individuos que padecen enfermedades crónicas. Si se suman los dos factores, el resultado es que aumentan los pasajeros con patologías que, en algunos casos, pueden verse afectadas por el cambio de condiciones psicológicas y ambientales que se producen a bordo. La revista 'The Lancet' publica una revisión de los últimos estudios que han explorado los aspectos médicos de los vuelos comerciales.

La presión de la atmósfera se reduce con la altura, lo que disminuye la saturación del oxígeno en sangre. La presurización de la cabina mitiga este efecto, pero quienes padecen dolencias cardiacas, pulmonares o sanguíneas pueden acusarlo en mayor medida. Así, en un estudio reciente se observó que el 18% de los pasajeros con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) -que deteriora la capacidad respiratoria- sufrían, como mínimo, problemas respiratorios leves durante el vuelo.

Otro de los peligros analizados es el de trombosis (formación de coágulos) venosa, que en las personas más proclives se incrementa hasta cuatro veces en los trayectos de larga duración. No obstante, este riesgo se reduce considerablemente si se ponen en práctica unas sencillas medidas preventivas, como evitar la inmovilidad durante periodos prolongados dando paseos por los pasillos del avión, hidratarse adecuadamente, evitar la ingestión de alcohol y cafeína...

El denominado 'jet-lag', un desequilibrio del 'rejol' interno (que marca los periodos de vigilia y sueño) debido al cambio de horarios después de un vuelo transoceánico, es otro de los problemas médicos analizado en la revisión. Aunque muchas personas se resignan a padecerlo, cada vez son más los posibles remedios para aliviar la fatiga, los trastornos del sueño, la disminución del apetito y los síntomas cognitivos que ocasiona. Fototerapia, tomar píldoras con la hormona melatonina y dormir adecuadamente antes del viaje son algunas de las terapias que recomiendan los médicos hoy en día.

Finalmente, el trabajo repasa una de las amenazas más temidas: que algún pasajero lleve, además de su equipaje de mano, un virus que se propague gracias a las reducidas dimensiones de la cabina y el prolongado trayecto. Desde 1946 se han comunicado varios brotes de enfermedades infecciosas graves a bordo de líneas comerciales, entre las que se encuentra la gripe, el sarampión, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), la tuberculosis, la contaminación de alimentos, la enteritis viral y la viruela.

Los autores de la revisión señalan que los aviones están cada vez más preparados para afrontar los problemas médicos que pueden presentarse, pero todavía hay algunos aspectos que conviene mejorar, como la calidad del aire en la cabina.

fuente :EL MUNDO ( SUPLEMENTO DE SALUD)

racias capi pero conforme esta la crisis volar con el pensamiento

Pues a mi tampoco me pilla con siempre tocando la tierra con el tren donde me quieran llevar arriba ya me ire cuando me toque

YO NUNCA HE SUBIDO EN AVION, Y COMO MI MARIDO TIENE VERTIGO PUES NO CREO QUE LO USEMOS EN NUESTROS VIAJES. ASI QUE COCHECITO Y TREN MIENTRAS PODAMOS