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| Tema: Hidratos de carbono en la dieta para perder peso y controlar el aumento de la glucosa Dom Dic 07, 2008 3:56 am | |
| Hidratos de carbono en la dieta para perder peso y controlar el aumento de la glucosa
En un artículo publicado en los Archives of Internal Medicine del 24 de Julio de 2006, investigadores de la Universidad de Sydney, Australia, se proponen analizar, mediante ensayos clínicos aleatorizados y controlados, los efectos relativos, sobre la pérdida de peso y el riesgo cardiovascular, de la dieta con bajo índice glicémico y de la dieta con elevado contenido en proteínas.
El índice glicémico (IG) de un determinado alimento se determina valorando la cuantía del incremento de los niveles de glucosa en sangre (glicemia) después de la ingestión de este alimento en comparación con los niveles alcanzados tras la ingestión estándar de glucosa pura.
Muchos de los hidratos de carbono denominados complejos (alimentos ricos en almidón) incrementan la respuesta de la glucosa y de la insulina en sangre tras su ingestión, más que los azúcares simples, como muestra de la rápida conversión en glucosa, a nivel intestinal, de los polisacáridos que contienen los hidratos de carbono complejos.
La carga glicémica (CG) de un determinado alimento es el producto de su índice glicémico (IG) por su contenido en hidratos de carbono. Cada unidad de carga glicémica representa el equivalente efecto glicémico de 1 gramo de glucosa.
Un total de 129 jóvenes adultos (de 18 a 40 años) obesos o con sobrepeso (índice de la masa corporal mayor o igual a 25) fueron asignados a 1 de las 4 siguientes dietas, con contenido reducido en grasas y ricas en fibras, administradas durante 12 semanas: 1- La dieta 1 era una dieta con elevado contenido en hidratos de carbono (55% del total del aporte energético) y alto índice glicémico (IG). 2- La dieta 2 era una dieta con elevado contenido en hidratos de carbono (55% del total del aporte energético) y bajo índice glicémico (IG). 3- La dieta 3 era una dieta con elevado contenido en proteínas (25% del total del aporte energético) y alto índice glicémico (IG). 4- La dieta 4 era una dieta con elevado contenido en proteínas (25% del total del aporte energético) y bajo índice glicémico (IG).
La carga glicémica (CG) fue más elevada en la dieta 1 y más baja en la dieta 4.
Se evaluaron los cambios ocurridos en el peso corporal, la composición del cuerpo y el perfil químico en la sangre de los participantes.
Los resultados fueron los siguientes: Mientras en todos los grupos los participantes perdieron por termino medio un similar porcentaje de su peso, la proporción de individuos en cada grupo que perdió el 5% o más del peso corporal varió significativamente en las diferentes dietas: - dieta 1: 31% - dieta 2: 56% - dieta 3: 66% - dieta 4: 33%.
Las mujeres con las dietas 2 y 3 perdieron aproximadamente el 80% más de grasa corporal que las que consumieron la dieta 1.
El colesterol LDL descendió significativamente con la dieta 2, pero se elevó en el grupo de la dieta 3.
La conclusión de los autores es que, al menos a corto plazo, con las dietas ricas en proteínas y bajas en índice glicérico (dieta 4) se incrementa la pérdida de grasa corporal, pero que la reducción del riesgo cardiovascular se optimiza con la dieta 2 (dietas con elevado contenido en hidratos de carbono y bajo índice glicémico).
Estos hallazgos sugieren que es la carga glicémica (CG) de los alimentos de la dieta y no el aporte energético total (calorías), la que influye sobre la pérdida de peso y la glicemia determinada tras la ingestión de la dieta (glicemia postprandial). Una moderada reducción en la carga glicémica (CG) aumenta el ritmo de la pérdida de grasa corporal, sobre todo en las mujeres.
Las dietas basadas en cereales con bajo índice glicérico (en lugar de cereales con elevado índice glicérico) optimizan la reducción del riesgo cardiovascular, en especial si la ingesta de proteínas es elevada.
Un editorial que acompaña a la publicación de este artículo afirma que los datos acumulados indican que la glicemia tras la ingestión de los alimentos (glicemia postprandial) es un importante factor de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular que puede ser controlado con medidas dietéticas que retrasen la absorción de los hidratos de carbono en el intestino.
Las estrategias para reducir la carga glicémica (CG) de la dieta incluyen: - Aumento del consumo de cereales no refinados, nueces, legumbres, frutas y vegetales no ricos en almidón. - Disminución del consumo de alimentos ricos en almidón, con elevado índice glicérico como patatas, arroz blanco y pan blanco. - Disminución del consumo de alimentos azucarados como pasteles, caramelos y bebidas azucaradas.
Fuente: Archives of Internal Medicine | |
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