SANEMOS NUESTRAS HERIDAS
En ocasiones necesitamos sanar nuestras heridas del pasado, saber perdonar y perdonarnos nosotras mismas por los errores cometidos… porque mientras no hagamos eso no vamos a poder construir una nueva vida.
Muchas veces nos han herido, muchas veces nosotras mismas hemos herido a alguien cercano a nuestra vida, y es ahí donde debemos canalizar todas nuestras fuerzas, en ser una persona diferente, una persona capaz de dejar atrás el pasado y de volver a comenzar.
Cada vez que alguien nos hiere y le perdonamos nos estamos librando de llevar esa pesada carga que supone el rencor, lo cual quita energías positivas a nuestra vida. Muchas veces es tanto el dolor que nos han causado que pensamos que nunca podremos perdonar a quien nos hizo daño, pero nosotros podemos y debemos tomar una actitud distinta, debemos ser personas con capacidad de amar, perdonar y olvidar.
Nunca vamos a cambiar a las otras personas, van por el mundo haciendo daño con sus palabras, con su falta de compromiso, mintiendo a otras personas como nos mienten a nosotras… ¿pero qué sacaríamos ser así? ¿…Ser como ellos?
No amigas, debemos ser diferentes. No podemos permitirnos ser malas personas, mentir por nuestro bienestar, dar lugar a las injusticias, ni las malas palabras. Tomemos todo lo malo que sale de la boca de los demás y convirtámoslo en energía positiva. No dejemos que los malos pensamientos alcancen nuestro corazón, que nadie nos cambie, pues a medida que perdonemos a los demás Dios perdonará nuestros fallos.
Debemos aceptar que no todos nos comprenderán y aceptarnos a nosotras mismas tal como somos. Pero eso sí, debemos intentar de llevarnos bien con nuestros semejantes.
Todos somos personas individuales, yo soy yo, tú eres tú, pero tenemos algo en común:
Somos seres humanos que sabemos perdonar, sabemos olvidar y tratamos cada día de ser mejores personas.
Aprendamos a convivir con todos nuestros semejantes y haremos de este mundo uno mucho mejor, capaz de lograr que valga la pena cada día que vivimos…
El perdón no se pide, se da.
Y la razón más importante para darlo es que al hacerlo nos liberamos de una gran carga.
¿Qué prefieres? ¿Ser feliz, o tener la razón? ¿Vivir amargada?
Seamos felices y aprendamos a perdonar,
Con mucho amor para ustedes,