Una mujer desesperada reclama una vivienda.Padece fibromialgia

Una mujer desesperada reclama una vivienda
lunes, 27 de octubre de 2008

La mujer y su hijo viven en condiciones muy precarias.
Isabel es una mujer enferma, que con un hijo discapacitado, viven en el hacinamiento de una habitación de unos diez metros cuadrados. Su hijo sufre discapacidad mental, y ella padece fibromialgia, síndrome vertiginoso, y presión nerviosa, que la obliga a estar postrada en una cama gran parte del día. Viedma. La historia de Isabel Calfupan está signada por la necesidad, por la falta de respuestas y según ella misma expresa "por la indiferencia de muchos organismos, que no me dan ninguna solución".
Ella vive con su hijo Mauro, un joven que sufre discapacidad mental, en una piecita de poco menos de diez metros cuadrados de extensión de la calle Schieroni al 600, sin baño, postrada en una cama, y sin atención médica adecuada.
Según ella misma cuenta "soy una mamá sola con un chico con una discapacidad. Estuvimos muy mal los dos de salud, aunque Mauro está un poco mejor pero yo sigo igual". Cabe aclarar que Mauro tiene 29 años, pero por su discapacidad tiene la mentalidad de un niño de 5 años.
Isabel vivió en una casa del barrio Ceferino, hasta que un día renunció a su casa y se fue con su hijo a residir en la provincia de Tucumán.
"Tengo un hijo que se me fue a vivir a Tucumán hace cinco años. En un momento él me pidió que fuera para allá porque me extrañaba, y como madre decidí ir junto con Mauro", recuerda.
La posibilidad de reunirse en familia y comenzar una nueva vida en Tucumán, como deseaba Isabel, se vio frustrada cuando ella y su hijo comenzaron a enfermarse, al punto de casi perder la vida, por lo que Isabel se vio obligada a volver a Viedma con Mauro, el 13 de abril de este año.
"Cuando nos asentamos allá nos enfermamos muy mal, Mauro empezó a tener ataques, así que tuvimos que volver desesperadamente, y desde que llegamos andamos de un lado a otro como dos perritos", se acongoja.
Isabel también hizo referencia a la poca atención que recibió al volver. "Hemos ido a todas las instituciones, pero no hemos sido escuchados".
Entre varias necesidades que ella sufre con su hijo a diario, el reclamo mas desesperado de Isabel es la de poder contar nuevamente con una vivienda. "Yo solamente pido que se compadezcan y nos den una vivienda".
"Acá donde vivo no tengo un baño, comparto uno en el fondo. Yo tengo fibromialgia, tengo síndrome vertiginoso, tengo presión nerviosa, y gasto casi 200 pesos por mes en medicamentos. En el hospital no me atienden como corresponde. Parece que me van a atender sólo si aparezco con la cabeza partida", dice entre lágrimas la desesperada mujer.