Los infartos y sus síntomas.
Cuando alguien sufre un infarto agudo del miocardio, lo más importante de ese momento es acudir inmediatamente a un hospital en búsqueda de salvamento e intervención de emergencia para la victima que lo presencia.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. Además de los conocidos factores de riesgo cardiovasculares, la muerte súbita, se está dando en personas cada vez más jóvenes, e incluso en personas que uno considera sanas, como deportistas, atletas o aquellos que vemos y aparentan ser demasiado sanos.
Luego de un paro cardíaco, el corazón deja de latir y la muerte ocurre en forma brusca e inesperada, habitualmente dentro de la primera hora de comienzo de los primeros síntomas. La víctima pierde el conocimiento súbitamente y a menos que reciba reanimación cardiopulmonar (RCP) en forma inmediata, la muerte irreversible sobreviene en pocos minutos.
El infarto agudo de miocardio se caracteriza por dolor en el pecho, un dolor que puede irradiarse en el brazo, la espalda o la cintura. Otros síntomas posibles, son mareos, náuseas, disnea (dificultad para respirar), sudoración intensa y fría. "Pueden darse todos a la vez o por separado". En un infarto agudo de miocardio la persona sigue consciente pero propensa a males mayores.
En el paro cardiorrespiratorio, la persona deja de hablar, pierde la conciencia y deja de respirar. Cuando se produce un paro cardíaco, durante los primeros cinco minutos, no es que el corazón de la persona deja de latir, sino que en el 90 por de los casos tiene una arritmia potencialmente mortal fibrilación ventricular (no todas las arritmias son mortales).
El accidente cerebrovascular (acv) es otro mal asociado a los infartos y pueden producirse por hemorragia cerebral o por falta de irrigación, por taponamiento de alguna de las arterias encefálicas etc. Los síntomas que produce, cualesquiera sean, son repentinos, la persona puede estar hablando con uno y de repente puede tener mareos, debilidad o parálisis en una sola mitad del cuerpo, puede tener dificultad en la visión, puede tener dificultades para hablar o para entender lo que se le dice.
Actualmente, existen los desfibriladores siendo estos un dispositivo que producen descargas eléctricas capaces de corregir la fibrilación ventricular, haciendo que el corazón pueda recobrar su ritmo normal.
Pero existe un tiempo determinado para hacer esa desfibrilación. El corazón sólo está en estado de fibrilación ventricular por unos minutos; después queda quieto y es muy difícil de reanimar a la persona.
Por eso es tan importante la presencia del desfibrilador externo automático en momentos en que ocurre la emergencia, durante los primeros cinco minutos de producido el paro. Estos equipos están especialmente diseñados para ser usados por personas que no son médicos.
En la actualidad existen aviones que han instalado estos dispositivos, aumentado el índice de supervivencia ante casos de este tipo de un cuatro a un 75 por ciento. También en los gimnasios y clubes deportivos se están incorporando desfibriladores automáticos para la prevención y uso en casos de emergencia.
Ahora, si no se cuenta con desfibrilador, es importantísimo que la gente sepa hacer reanimación cardiopulmonar básica (RCP).
¿Pero qué es la reanimación básica?
La función de la RCP es justamente prolongar el estado de fibrilación ventricular hasta que llegue la ambulancia con el fibrilador, para aumentar las posibilidades de vida. Es un procedimiento que consta de pasos específicos y puede ser aplicado por testigos circunstanciales; más aun, la idea es que cualquiera pueda hacerlo.
La reanimación cardiopulmonar básica practicada por testigos circunstanciales ha demostrado aumentar entre dos y tres veces la sobrevida de víctimas de paro cardíaco.
La RCP básica consiste en dar soporte circulatorio y respiratorio a una persona que ya no lo tiene mediante series de compresiones en el pecho y ventilaciones (respiración boca a boca).
En si la mejor prevención para evitar los infartos es la práctica de una buena alimentación rica en vegetales, fibra, aceites de oliva, poco consumo de harinas, alimentos preconservados, regular ingesta de carnes rojas, evitar el fumar, el exceso de alcohol y la mucha ingesta de agua y frutas, respetar los horarios alimenticios y de descanso también son complementos para evitar tan mal síntoma que nos agobia a la sociedad de hoy en día en estos nuevos tiempos.