La fibromialgia, una dolorosa enfermedad El estrés es unos de los desencadenantes de esta enfermedad la cual se puede confundir con artritis, lupus, y alteraciones en la tiroides La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por intensos dolores musculares y fatiga crónica. En ocasiones, los pacientes son víctimas de discriminación porque hay quienes ponen en duda la existencia de este padecimiento.
La reumatóloga Norma Elizabeth Hernández Soto explica que la fibromialgia es una enfermedad desencadenada por el estrés, y en muchas ocasiones sus síntomas provocan que se confunda con otros padecimientos como la artritis, lupus, y alteraciones en la tiroides.
“Se caracteriza por mucha fatiga y dolor muscular, no articular, y otros síntomas asociados como mareos, sensación de zumbidos en los oídos, calambres, hormigueos en piernas y brazos, colitis, gastritis, entre otros”.
El estrés es el principal factor desencadenante de la fibromialgia y es más común en las mujeres, sobre todo de 30 a 50 años de edad. En los hombres se presenta cuando manejan altos niveles de ansiedad y preocupación.
Otros síntomas de esta enfermedad son el sueño no reparador, es decir, cuando duermen ocho horas pero las personas sienten que no descansaron nada, también presentan rigidez en las articulaciones, palpitaciones, falta de aire, molestias estomacales como distensión abdominal, agruras, alteraciones en la vejiga, cambios en el estado de ánimo, depresión y ansiedad.
El diagnóstico de esta enfermedad es de exclusión, es decir, los pacientes se someten a exámenes para descartar artritis, lupus, alteraciones en la tiroides, y si los resultados son negativos a estas enfermedades, entonces el médico determina que se trata de fibromialgia.
“A los pacientes les pedimos exámenes de tiroides, de sangre, de orina, biometría hemática, química sanguínea, estudios del hígado y del riñón, además de radiografías, y si todo sale negativo entonces diagnosticamos fibromialgia”.
La doctora explica que la fibromialgia tiene síntomas variados, de ahí que se pueda confundir con otros padecimientos como la colitis, artritis, o alteraciones en la tiroides, entre otros, incluso con infecciones estomacales y del oído.
“Las mujeres son las más afectadas, se presenta justo en la etapa productiva porque trabajan o son madres de familia. Se les junta muchas actividades físicas, emocionales y laborales, y esto provoca que se manifieste la enfermedad”.
El tratamiento contra esta enfermedad es multidisciplinario porque el paciente debe recibir atención del reumatólogo, psicólogo y nutriólogo, además de rehabilitación física, en ocasiones también es necesario acudir con el psiquiatra.
“Los medicamentos que utilizamos ayudan a controlar el estrés y la ansiedad a nivel cerebral, como la pregabalina, duloxetina, fluoxetina, paraxotenina, pues regulan la sustancia conocida como Serotonina, y para el dolor recetamos diclofenaco, paracetamol, naproxen, entre otros”.
Cuando el organismo no utiliza adecuadamente la Serotonina a consecuencia del estrés, surgen las alteraciones relacionadas con la fibromialgia, de ahí la importancia de regular esta sustancia a través de medicamentos especializados.
“La fibromialgia no se puede prevenir, no hay algo que las personas puedan hacer para evitarla. Lo que se puede hacer es iniciar el tratamiento lo más pronto posible y continuarlo durante un periodo mínimo de seis meses para regular la Serotonina”.
Es una enfermedad crónica pero algunos pacientes llegan a controlarla, en otros casos resulta discapacitante porque las personas no se pueden mover por la fatiga y el dolor.
“En casos extremos y raros, las personas se incapacitan de por vida y obtienen una pensión, pero la mayoría logra controlar la enfermedad con los tratamientos y la rehabilitación física”.
Norma Elizabeth Hernández Soto explica que la fibromialgia altera la vida de las personas porque comienzan a faltar al trabajo, no pueden realizar actividad física, e incluso no tienen relaciones sexuales, debido al dolor y la fatiga.
“El problema es que las personas se atienden hasta uno o tres años después de iniciar los síntomas, pues comienzan con dolor leve, fatiga, dolor muscular y sueño no reparador, pero llega un momento en que no pueden continuar con sus actividades diarias y hasta entonces es cuando acuden con el especialista”.
El objetivo de los médicos es que los pacientes retomen su vida normal, es decir, puedan trabajar de manera normal y realizar actividades físicas, incluso llevar una vida sexual activa.
La doctora dice que la fibromialgia también se puede presentar en los niños, sobre todo entre quienes tienen una personalidad ansiosa y viven bajo fuertes niveles de estrés y preocupaciones.
“El estrés no causa la enfermedad pero sí la desencadena”, señala.
La fibromialgia es una enfermedad relativamente nueva, pues hace alrededor de 50 años los médicos comenzaron a diagnosticarla, “tengo ocho años como especialista, y en este tiempo he observado que este padecimiento va en aumento debido a que vivimos cada vez con mayor estrés”.
Hay médicos, asegura la reumatóloga, que se rehusan a diagnosticar la enfermedad e insinúan a sus pacientes que están “locos” porque los estudios no revelan padecimientos.
La fibromialgia ha sido puesta en duda como enfermedad a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoció como tal en 1992, y en consecuencia los pacientes son vulnerados en sus derechos.
“Hay mucha dificultad para diagnosticarla porque todos los exámenes van a salir negativos, pero con un informe médico nosotros podemos explicar el cuadro del paciente para obtener su incapacidad por fibromialgia”.
La doctora aclara que esta enfermedad no puede causar la muerte del paciente pero sí es discapacitante al grado de que no pueda trabajar ni realizar otras actividades.
“No causa lesiones físicas en el cuerpo, destrucción articular, ni deformidades como la artritis, tampoco provoca daños en órganos como el corazón, el riñón, entre otros, el único problema es la fatiga crónica y el dolor”.
La fibromialgia se controla pero las personas pueden sufrir una nueva crisis o recaídas temporales si enfrentan situaciones fuertes de estrés.
“Los reumatólogos enviamos a los pacientes con otros especialistas como los psicólogos y psiquiatras para disminuir los niveles de estrés y ansiedad, en casos leves bastan las terapias de rehabilitación y técnicas de relajación”.
Los pacientes responden de manera diferente a los tratamientos porque algunos presentan efectos secundarios como sueño, mareos, dolores de cabeza, náuseas y vómitos, y en estos casos los especialistas recurren a otros medicamentos para regular la Serotonina.
Para evitar esta enfermedad es necesario que las personas traten de llevar una vida sin estrés, y disminuir el consumo de refrescos y cocaína, pero sobre todo dormir ocho horas diarias.
Los pacientes deben saber que si bien la enfermedad no tiene cura, sí se puede controlar a través de un tratamiento adecuado que les permite mejorar su calidad de vida y realizar cualquier actividad.
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