Europa reclama medidas urgentes contra los disruptores endocrinosPREVENCIÓN | Contaminación ambiental Hasta el pasado año algunos biberones se fabricaban con bisfenol
A. | J.C. Cárdenas
- La Comisión de Medio Ambiente aprueba un proyecto para proteger la salud
Por primera vez en 10 años, el Parlamento aborda el riesgo de estas sustancias
Los eurodiputados votarán en marzo una resolución con medidas concretas
Pretenden reducir la exposición de los ciudadanos a estos compuestos
La Comisión de Medio Ambiente, Salud y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo ha aprobado
un proyecto de resolución que permita poner en marcha medidas urgentes y concretas para proteger la salud de los ciudadanos de los disruptores endocrinos.
Estas sustancias interrumpen o
alteran los procesos naturales del metabolismo y han sido relacionadas con la aparición de múltiples y variados problemas de salud, como una
mayor infertilidad, la aparición de cánceres hormonodependientes, algunos grados de autismo y diabetes.
El texto recalca que es prioritario reducir la exposición pública a este tipo de sustancias químicas, propone diferentes mejoras en el sistema regulatorio europeo REACH (Registration, Evaluation, Authorisation and Restriction of Chemical substances) y
aborda cómo la ciencia debe ser utilizada para evaluar los riesgos de los disruptores endocrinos.
Es la primera vez en 10 años que el Parlamento Europeo pasa a la acción en este asunto, y lo hace a la luz del principio de precaución. El documento contiene un mensaje claro, y es que hace falta dar un vuelco a la estrategia europea sobre disruptores endocrinos: "La estrategia debe ofrecer una protección eficaz de la salud humana, haciendo mayor hincapié en el principio de precaución para trabajar hacia la reducción de la exposición humana a disruptores endocrinos cuando sea necesario".
Crear conciencia colectivaPara Nadia Bennich, responsable de campañas internacionales de la Fundación Vivo Sano, "es muy importante que se otorgue tanta relevancia al principio de precaución, porque es la única forma efectiva de proteger la salud pública. No podemos esperar a que se produzcan daños graves en la salud, como ya ocurrió con el asbestos. Por eso desde la Fundación Vivo Sano hemos trabajado muy intensamente con otras ONG europeas, como HEAL, para que estos temas lleguen al Parlamento Europeo,
pero aún queda camino que recorrer".
El proyecto de resolución recién aprobado por la Comisión de Medio Ambiente, Salud y Seguridad Alimentaria pasa ahora al pleno del Parlamento Europeo, donde se someterá a votación el próximo mes de marzo.
Identificar la presencia en los productos de consumo de estos contaminantes,
entre los más comunes los parabenos y el bisfenol A, es un primer paso para crear conciencia colectiva del riesgo, sugiere Nicolás Olea, catedrático de la Universidad de Granada, médico y radiólogo.
La eurodiputada sueca Åsa Westlund, impulsora de este proyecto de resolución, afirma: "Nuestro informe deja claro que ha llegado el momento de tomar una acción política coherente. Incluso aunque no tengamos todas las respuestas,
sabemos lo suficiente para que se regulen estas sustancias de acuerdo al principio de precaución".
"Se ha demostrado que hasta que una campaña cívica no se convierte en cuestión de Estado, no hay resultados. Somos como francotiradores contra un ejercito organizado", señala Olea sobre las iniciativas privadas que desde la ciencia o las organizaciones ecologistas o sindicales alertan sobre la contaminación ambiental.
La ONG europea HEAL (The Health and Environment Alliance) acoge con satisfacción este proyecto de resolución. Lisette van Vliet, Asesora Principal de Políticas de HEAL, dice: "Según un reciente estudio realizado a ciudadanos de 17 países comunitarios, todos tenemos disruptores endocrinos en la sangre. Distintos estudios científicos vinculan la exposición a estas sustancias, en particular durante el embarazo y la primera infancia,
a toda una gama de problemas de salud, incluyendo defectos genitales en bebés varones, pubertad precoz en las niñas, infertilidad, obesidad, diabetes, cánceres relacionados con las hormonas y otras enfermedades crónicas. Reducir la exposición a los disruptores endocrinos nos da la oportunidad de detener el desarrollo de algunas de estas enfermedades antes de que comiencen. Cuanto antes se ponga en marcha la UE para eliminar este tipo de sustancias químicas, mejor".
Iniciativas puntualesAlgunos países europeos ya han comenzado a regular el uso de disruptores endocrinos. Francia ya
ha prohibido el uso del bisfenol A (BPA) en todos los materiales que estén en contacto con alimentos infantiles; la nueva normativa entrará en vigor este año para alimentos para niños menores de 3 años, y a partir de 2015 para niños de todas las edades.
Bélgica también ha prohibido el uso de bisfenol A desde este mismo mes en materiales
en contacto con alimentos para niños menores de 3 años. Suecia, en la misma línea, ha prohibido este químico en materiales en contacto con alimentos a partir de este año.
Dinamarca, por su parte,
prohibió el año pasado cuatro tipos de ftalatos (DEHP, DBP, DIBP y BBP) en cortinas de baño, manteles y otros bienes de consumo. Las autoridades danesas ya prohibieron en 2012 el uso de bisfenol A en materiales en contacto con alimentos infantiles.
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