Marifé FUNDADORA DE FIBROAMIGOSUNIDOS.COM -WEBMASTER-GRUPO DE APOYO-REIVINDICACIONES-ACTIVISTA
Cantidad de envíos : 31735 Edad : 62 Localización : GIJÓN Empleo /Ocios : Educadora infantil-PENSIONISTA Fecha de inscripción : 08/03/2008
| Tema: CÓMO MANEJARSE CON LAS ACTIVIDADES DIARIAS con fibromialgia Jue Jun 12, 2008 2:53 am | |
| CÓMO MANEJARSE CON LAS ACTIVIDADES DIARIAS
Cuando se padece un trastorno crónico, como la fibromialgia, es frecuente observar que, para adaptarse al padecimiento del dolor y los demás síntomas asociados, la persona vaya introduciendo gradualmente cambios en sus actividades diarias, en sus costumbres y hábitos.
No todos los pacientes de fibromialgia reaccionan de la misma forma ante el dolor. En unos casos la forma de adaptarse al dolor es elabandono de actividades, es decir el dejar de hacer determinados movimientos (como doblar la espalda, inclinar el cuello, girar el brazo, etc.) o algunas actividades (como hacer las camas, subir escaleras, pelar patatas, bailar, etc.) que pueden provocar o aumentar el dolor. Aunque a corto plazo estas medidas pueden aliviar el dolor, a medio plazo, se suele observar cómo el dolor persiste a pesar de no hacer esos movimientos o actividades y, lo que es peor, a largo plazo se comprueba que, además de su falta de utilidad, la inmovilidad afecta negativamente a la salud y bienestar de los pacientes, produciendo efectos perjudiciales como pérdida de la flexibilidad, aumento de la fatiga ante cualquier esfuerzo, y tristeza y preocupación por el abandono de aquellas actividades que querríamos realizar.
En estos casos debe recordar que hay muchas cosas que puede seguir haciendo, por lo que la estrategia más adecuada es ir recuperando, poco a poco, las actividades perdidas por culpa del dolor; siempre teniendo en cuenta las limitaciones que suponga en cada caso el padecimiento de la fibromialgia. Es decir, conociendo y aceptando que muchas de las actividades, ahora, no podrán realizarse de la misma forma que se hacían antes, lo que no significa que deban dejar de realizarse, sino que hay que adaptarse a otro ritmo, más lento, o introducir pequeños “trucos” para hacer, con esfuerzo, algo que antes se hacía “sin sentir”. En todo caso, tenga en cuenta que los mejores resultados se consiguen de forma paulatina, es decir si cada día nos proponemos recuperar una pequeña parcela perdida (aunque sea minúscula).
En otras ocasiones, por el contrario, el paciente de fibromialgia intenta afrontar su problema con un exceso de actividad. Es decir realizando un gran número de tareas a lo largo del día, sin un momento siquiera para darse una pausa, con la intención de no dejarse vencer por el dolor. Sólo se permiten ese descanso cuando el dolor es muy fuerte. De este modo el exceso de actividad suele conducir a un mayor agotamiento y la necesidad de realizar mayores esfuerzos para seguir realizando esas tareas; comportamiento que, a la larga, desembocará en una mayor incapacidad para realizar cualquier actividad y una mayor necesidad de descanso (aunque no nos guste). En estos casos el objetivo es equilibrar los períodos de tareas y obligaciones con otros de descanso, de relajación o de dedicación a otras actividades divertidas o placenteras que no sean estresantes. No debe interpretarse una disminución del dolor como una oportunidad de sobrecargarse aún más de trabajo, sino al contrario como una señal de la necesidad de establecer momentos para el descanso y el ocio, entre las actividades diarias y el trabajo.
Puede que usted no se identifique completamente con ninguno de los dos patrones descritos, sino con una combinación de ambos, dependiendo del momento. Es decir, unas veces evite realizar algunas actividades cuando atraviesa un episodio de dolor, mientras que otras es capaz de cumplir con todas sus obligaciones a pesar del dolor y sin darse ni “un respiro” para descansar. En todo caso, para afrontar las actividades diarias con eficacia, la recomendación es que comience por detectar las alteraciones que, por culpa del dolor, se hayan producido en el nivel y tipo de las actividades de su vida. El objetivo final será buscar un equilibrio entre esfuerzo y descanso, intentando recuperar, dentro de lo posible, el ritmo de actividad que tendría (considerando la edad y todas las demás circunstancias), si no padeciera fibromialgia.
Está comprobado que la realización de ejercicio físico moderado es muy beneficiosa para las personas que padecen fibromialgia, ya que les ayuda a recuperar y/o mantener un tono muscular adecuado, incrementa la flexibilidad y previene el cansancio. Por este motivo le recomendamos que consulte con su médico y/o fisioterapeuta para que le pauten y supervisen el programa de ejercicio físico más adecuado a su caso.
En la realización de las actividades de la vida diaria hay una serie de estrategias que pueden ayudarle:
• Dividir la tarea global a realizar en pequeñas mini-tareas que sean más fácilmente manejables. Por ejemplo, en vez de planear hacer limpieza general (objetivo inasequible para la mayoría de las personas) comenzar por centrarse en limpiar una única habitación.
• Ser realista y adaptar los objetivos a conseguir a sus posibilidades reales en cada momento.
• Premiarse por cada tarea realizada. En vez de fijarse en lo que todavía queda por hacer, centrarse en lo que se ha conseguido, en los pequeños logros de cada día y felicitarse por ello.
• Establecer prioridades entre las actividades a realizar, comenzando por aquellas que sean más urgentes y aprendiendo a posponer las restantes cuando sea necesario. | |
|