Fibromialgia: Enfermedad de las ‘mil caras’
viernes, 04 de junio de 2010
Miriam Velázquez Rodríguez
Subnaraysa Mendoza Betancourt es una joven yumurina de tan solo 20 años. Cuando sobre los 18 comenzó a sentir una sensación extraña en las rodillas, pensó que se trataba del cansancio causado por las horas de esfuerzo dedicadas al cuidado de sus abuelos.
El tiempo transcurrió y al malestar ya extendido en sus piernas se sumaron otros síntomas: pérdida de la fuerza, adormecimiento en las extremidades, poliuria, trastornos del sueño, dolores de cabeza, fatiga...Así, pues, no tuvo más alternativa que acudir al médico. Fue un ortopédico el primer especialista visitado.
Luego de consultar a varios facultativos, recibir terapias y someterse a radiografías y demás exámenes clínicos, escuchó el diagnóstico definitivo: reumatismo crónico. Subnaraysa debía, como tantos seres humanos, enfrentar el desafío de continuar la vida desde otra perspectiva. En este afán ha resultado valiosa la colaboración de Sonia, la psicóloga que la atiende.
“A veces me levanto muy deprimida, con deseos de llorar y sin ánimos para arreglarme. Entonces recuerdo sus consejos. A través de ella conocí al doctor Bárbaro, quien me habló del programa dirigido a las personas con fibromialgía. Integrarme a él me ha asentado muchísimo.”
¿QUÉ ES LA FIBROMIALGIA?
Precisamente, el doctor Bárbaro Taylor Jiménez, especialista de segundo grado en Reumatología y máster en Longevidad “En el hogar y en los centros de trabajo muchas veces se acusa a estos pacientes de exagerar el malestar y hacer fijación con él. No se percatan de su real enfermedad”, recalcó el doctor Bárbaro Taylor.Satisfactoria, aclara que se trata de “una condición clínica anormal, caracterizada por dolor músculo esquelético generalizado, trastorno del sueño, depresión y decaimiento, entre otras manifestaciones.
“Aunque en Cuba no se han realizado estudios epidemiológicos al respecto, se estima que la prevalencia oscila entre el tres y el seis por ciento de la población. Por lo general, afecta al sexo femenino y aflora en la etapa pre y posmenopáusica, o sea, alrededor de los 40 años y hasta los 50. Sin embargo, puede debutar antes como en el caso de Subnaraysa e incluso, hasta en edad pediátrica. Tampoco distingue razas ni ocupación laboral.”
Dentro de las posibles causas de su origen no existe un único veredicto. Así, por ejemplo, los noruegos la asocian al sistema neurológico, en tanto, algunos científicos la consideran un problema genético o la relacionan con anomalías bioquímicas, inmunológicas o endocrinas. Lo cierto es que esta ahí y no siempre se trata como debiera. “Los mismos profesionales subvaloran en ocasiones a los pacientes. Los tildan de locos, creen que están mintiendo o buscando una ganancia secundaria. En el hogar y en los centros de trabajo sucede igual.
“No hay curación conocida para dicha dolencia. En nuestro medio se indican medicamentos antihipertensivos, analgésicos y anticonvulsionantes.
Se recomienda mejorar el estado físico por medio del ejercicio.“Como quiera que nuestro propósito es evitar la adicción a los fármacos, incentivamos sobre todo la realización de ejercicios aeróbicos y de otros como trotar, caminar, nadar, montar bicicleta y correr. También se emplean la práctica del taichí y el yoga, la acunpuntura, meditación, relajación, musicoterapia, terapia floral y la dieta macrobiótica.”
Y si bien ningún medicamento logra aliviar tal multisintomatología, la intervención psicológica educativa como parte de un tratamiento interdisciplinario revela resultados satisfactorios. La labor desarrollada por los integrantes del Programa de Terapia Cognitiva Conductual de la Fibromialgia avala la afirmación anterior.
“Nuestra provincia inició este trabajo en el año 2002, en el área de oxigenación hiperbárica del hospital Faustino Pérez. Luego nos trasladamos para la Clínica de Especialidades Tamara Bunke donde radicamos ahora. Aquí intentamos enseñar a las personas a convivir con el mal. Dicho proyecto posee un tiempo de duración de cinco semanas; dos horas cada una en grupos de 15 a 20.”
Un equipo de reumatólogos, psicólogos, otorrinos, médicos de la familia, gastroenterólogos, nutricionistas, neurólogos, y otros avezados, siguen el curso de la dolencia, brindando a su vez, la orientación necesaria a los aquejados.
UN HÁLITO DE ESPERANZA
Según la universidad americana de pautas de la Reumatología, una persona sufre el padecimiento cuando el dolor agudo y extenso perdura más de tres meses, y se manifiesta por lo menos en 11 de los 18 puntos hipersensibles (también llamados gatillos) en el cuerpo, tal como sucedió a Subnaraysa.
Por su faceta multisintomática, se le ha dado en llamar la enfermedad de las mil caras. “Lo mismo puede provocar dolor de cabeza, que un cuadro de diarrea, constipación o estreñimiento, disminución de la líbido, vagina seca, depresión, palpitaciones, trastornos de la memoria, de la audición...”
De ahí la importancia de que los pacientes aprendan sobre ella y participen en su propio cuidado. “Resulta vital mantener la esperanza, pues es posible mejorar la calidad de vida. Pese a ser un malestar crónico no todo está perdido”.
FUENTE.PERIODICO DE LAS PROVINCIAS MATANZAS GIRÓN