Michael Jackson, el rey de las excentricidades
Sus filias, fobias y los episodios trágicos de su turbulenta existencia han estado marcados, inevitablemente, por una infancia traumática debido al supuesto abuso que sufrió por parte de su padre, un guitarrista empeñado en convertir a su hijo en la ‘gallina de los huevos de oro’ de la canción
El cantante llegó al UCLA Medical Center en un vehículo de incendios. Nada su pudo hacer por salvar su vida.
Su fulminante muerte por causas que aún tienen que ser esclarecidas ha creado casi la misma expectación que su vida, rodeada siempre de polémica y una fama que no supo conducir. Las excentricidades y los episodios trágicos de su turbulenta existencia han estado marcados, inevitablemente, por una infancia traumática debido al supuesto abuso que sufrió por parte de su padre, un guitarrista empeñado en convertir a sus hijos en la ‘gallina de los huevos de oro’ de la canción.
Nacido en Gary, Indiana, el 29 de agosto de 1958, se convirtió en una estrella con tan sólo cinco años junto a sus hermanos mayores en el mítico grupo ‘The Jackson Five’. Luego probó suerte en solitario, debutando con el álbum Got to be There. En 1976 regresó al grupo familiar, que pasó a llamarse simplemente ‘The Jacksons’.
Opulento tren de vida y deudas millonarias
Su fama crecía casi a la misma velocidad que sus premios y los discos –millonarios- vendidos. En la década de los 80 ganó su primer Grammy como mejor cantante de rhytm & blues y poco a poco se fue convirtiendo en una leyenda en sí mismo.
La década de los 90 supuso su encumbramiento como artista pero también su declive como persona.
Y es que su opulento estilo de vida y sus gustos cada vez más estrambóticos lo llevaron a la ruina. De hecho, en 1998, se gastó el préstamo de 90 millones de dólares que tenía para sus gastos y se vio obligado a pedir otro por 140 millones con el aval de la garantía del catálogo de los Beatles.
El Peter Pan que se resistía a crecer
El rancho Neverland, con un nombre realmente significativo debido a la isla de Peter Pan: El país de nunca jamás, representa la imagen del Michael Jackson niño, aquel hombre que se negaba a crecer y que por ello invertía millonarias cantidades en figuras para el uso y disfrute de sus hijos y sus admiradores más jóvenes.
El artista tenía una auténtica obsesión con el personaje de ficción de Peter Pan. Tanto, que entre sus propiedades figuran uno de los libros más antiguos que existen de la autora, J.M. Barrie y algunas figuras del personaje en las que se gastó nada menos que seis millones de dólares, una cantidad que invirtió a pesar de las deudas que ya tenía en ese momento.
No obstante, el hecho de estar rodeado siempre de niños fue vista al principio como una excentricidad más hasta que en los primeros años de la década de los 90 se convirtió en una acusación de pederastia. Este fue sin duda, el comienzo de su declive como músico y como persona.
Obsesión por los niños y acusaciones de pederastia
En 1993, un juicio por abuso sexual de un menor marcó el inicio del ocaso para el cantante. Este hecho le costó 23 millones de dólares con los que tuvo que indemnizar a la familia del menor. Sin embargo, ya en ese momento, la credibilidad y confianza que muchos de sus seguidores tenían en él había caído como un auténtico obús.
En 2003, y con un Michael Jackson convertido en la caricatura de sí mismo, la historia se volvía a repetir. Todo comenzó a raíz de la la emisión de la producción televisiva Living with Michael Jackson , donde hablaba de su afición a dormir con menores y aparecía de la mano de un joven con quien reconoció haber compartido dormitorio. En noviembre de ese mismo año fue acusado de diez cargos, de ellos cinco por pederastia tras abusar, supuestamente de un niño de 13 años.
El juicio comenzó en enero de 2005 y, en junio, fue absuelto de todos los cargos. Sin embargo, sus apariciones comenzaron a ser cada vez menores y su vida comenzó a girar en torno a sus tres hijos, los que han sido hasta hoy el motor de su vida y que le hacían vivir una infancia continua, esa que nunca tuvo y que tantos traumas le creó.
Michael y las mujeres
Su relación con las mujeres ha sido también objeto de polémica. Se casó con Lisa Marie Presley, hija de Elvis, en 1994. en 1996 se separaba de ella para iniciar una relación sentimental con Debbie Rowe, la ayudante de su dermatólogo. A ella la volvió a dar el sí quiero el mismo año que se separó de la hija del cantante, aunque se divorció tres años después. Su segunda esposa es, precisamente, la madre de sus dos hijos mayores, Prince Michael Joseph Jr, de 12 años y Paris Michael Katherine Jackson, de 11.
En 2002 nació el menor de los tres, Prince Michael II, que fue nacido según el mismo aseguró a través de un vientre de alquiler con esperma del arista.
Aunque muchos piensan que el hecho de casarse fue simplemente una tapadera, la hija de Elvis Presley aseguraba que al comienzo de su relación, su comportamiento sexual era totalmente normal, y que sólo unos meses después de su boda 'se volvió raro' y empezó a obsesionarse con los niños.
Curiosidades y fobias
En los últimos años, Michael acaparaba todo tipo de titulares en la prensa sensacionalista, y pocos o ninguno en relación a su música. Una de las imágenes que quedarán para el recuerdo son las de el artista mostrando a su bebél colgando de un balcón en un hotel de Paris y que causaron una gran conmoción ya que comenzaron a surgir con más fuerza los rumores sobre la inestabilidad psíquica del cantante.
Otra de las más representativas tienen que ver con las mascarillas quirúrgicas que lucía por temor a los virus. Se trataba de una obsesión que había trasladado a sus hijos. Tanto es así, que hace escasas semanas veíamos por primera vez el rostro de los pequeños sin tapar, ya que hasta la fecha habían aparecido cubiertos de sábanas, toallas, gorros y gafas.
Su pasión por las máscaras le ha llevado a lucirlas de todos los colores, tamaños y tejidos, aunque la más conocida era la blanca de papel que llevaba en la mayoría de las ocasiones.
Su temor a los gérmenes le llevó también a dormir dentro de una burbuja y a quemar su ropa a diario.
Otra de sus pasiones eran las antigüedades. De hecho, la última imagen que tenemos de Jacko es acudiendo a una tienda de arte antiguo el pasado 16 de junio. Entre las propiedades que iba a subastar de su rancho para hacer frente a su deuda se encontraban máquinas de recreativos, una Harley Davison antigua, una limusina con interiores de mármol y algunos de los calcetines blancos que tan famosos hizo.
Pero en la lista de polémicas del rey del pop también se encuentran el hecho de que el abstuviera de comprar un castillo en Inglaterra por temor a los fantasmas que, supuestamente, lo habitaban.
Otra de sus fobias era la de la obesidad. Por eso, hasta su muerte sólo hacía una comida al día, aún cuando su peso no superaba los 57 kilos.
Comportamiento errático e infantil
La actriz italiana Sofía Loren, que fue vecina del artista en Los Angeles –donde, por cierto, había alquilado una casa por sus problemas de liquidez -ha recordado una de las anécdotas que definen la personalidad errática de este personaje, ascendido ya a los altares de los mitos. Según afirmó ella misma ayer, en una ocasión la actriz le invitó a cenar a la casa de su hermana, y Jackson se presentó ‘con su cocinero personal’. Después de comer recuerda cómo Jacko comenzó a dar vueltas por la casa y se puso ‘a saltar encima de las camas’.
Otro de los aspectos más comentados de su vida ha sido la gran soledad de la que estaba siempre ‘acompañado’. Tanto es así, que aunque gozaba del cariño y el respeto de celebridades como Madonna o Liz Taylor, sólo salía a comprar junto a sus hijos o su personal de servicio. Su relación con sus hermanas no fue nunca demasiada estrecha, aunque tras el fallecimiento de su hermano, Janet fue una de las primeras en presentarse en el hospital donde se apagó su luz.
En 2006, exigió a un hotel londinense a construir una pared especial de cinco metros en una de las habitaciones de lujo para tener más privacidad para él y sus hijos.
En cuanto a sus objetos fetiche se encontraban el maquillaje y la ropa interor para mujer, objetos que fue visto comprando en la tienda Top Shop durante el mismo viaje a la capital del Reino Unido.
Cáncer de piel y bancarrota
Su final ha estado rodeada de rumores incesantes sobre su estado de salud. Este mismo año, varios tabloides aseguraban que la estrella sufría un cáncer de piel curable. The Sun llegó a asegurar que el artista iba a ser operado y que por eso se habían pospuesto los primeros de los 50 conciertos que iba a dar en el 02 Arena de Londres este próximo mes de julio.
La noticia fue desmentida por su representante una y otra vez, a pesar de lo cual el artista había sido visto en numerosas ocasiones entrando y saliendo de una clínica dermatológica a lo largo de este último año.
Médicos consultados aseguran que el abuso que ha hecho del bisturí, que ha desfigurado totalmente su rostro, podrían haber complicado su salud posterior. Lo cierto es que su aspecto en los últimos años nada tenía que ver con aquel chiquillo con pelo afro y rasgos marcados con los que saltó a la fama. Además de retocarse la nariz, convirtiéndola casi en inexistente, se ha afilado los pómulos, entre otros retoques.
A estos problemas de salud hay que sumar el delicado momento por el que pasaban sus finanzas. Al parecer, ese podría haber sido el motivo por el que había anunciado el pasado mes de marzo su regreso a los escenarios. Además, se había visto obligado a organizar una subasta para tener dinero y afrontar sus gastos, aunque finalmente no llegó a celebrarla. Aún así, se rumorea que podría haber dejado una deuda de 400 millones de dólares.
Abuso de drogas y final
En las últimas horas se ha comentado la posible adicción que podría sufrir el rey del pop. Al parecer, el artista pasó a mejor vida tras una potente inyección de un calmante llamado Demerol, sustancia a la que podría ser adicto y que es similar a la morfina.
El abogado de la familia ha dicho que había un temor a que sus adicciones hayan podido ser las causantes de su fallecimiento y que todos eran conscientes de que lo tomaba para combatir los dolores que le causaban antiguas lesiones que tenía en la espalda y en un brazo.
Sea como sea, el corazón del artista no pudo combatir ni sus dolores, ni sus escándalos ni sus contradicciones. El único deseo de quienes le conocían es, como ha asegurado su amiga Sofía Loren, en el cielo ‘haya conseguido la paz que nunca tuvo’.
FUENTE:
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