Mujer sin límite · para reflexionar·

Mujer sin límite


Si pospones una y otra vez tus asuntos en espera del día en que digas: “¡Qué dicha, hoy me sobra tiempo!” Jamás harás lo que tienes que hacer. No lo evadas más, ponle fecha específica en el calendario a esa actividad y resuélvela lo antes posible, en lugar de poner pretextos.



desde hace más de tres meses mi computadora tiene dos líneas blancas en la pantalla que no desaparecen. Los que la han visto me dicen: “María, ¿qué esperas para arreglarla? A lo que respondo: “Estoy muy ocupada y no tengo tiempo”. Me siento culpable, porque soy consciente de que “no tengo tiempo” y sé que es una de las excusas más utilizadas por las mujeres para no actuar. Hay dos razones por las que utilizamos esta famosa excusa del tiempo: una es por falta de organización; y la otra por vagancia o pereza. En el caso de mi computadora, soy sincera, peco por la última. “No tengo tiempo” es el pretexto perfecto, cuando no tenemos el deseo de hacer las cosas, ya que consideramos que el asunto no es realmente importante en ese momento. Por ejemplo, hay quienes tienen una molestia en la muela y como no es un dolor intolerable dejan pasar los días, debido a que están muy ocupadas para hacer una cita.

Otras, siguen posponiendo visitar a su abuelita porque las horas no les alcanzan. Muchas continúan manejando su auto con las llantas lisas, a causa de que les tomaría mucho tiempo mandarlas a cambiar. Lo cierto es que hay inconvenientes en la vida que aunque no parezcan urgentes de resolver en ese momento, ¡sí lo son! Y se pueden convertir en emergencia.



¿Qué estás esperando? ¿A que el diente se pudra para ir la dentista? ¿A que tu familiar se muera para visitarlo en el velorio? ¿A que la llanta se reviente en medio de la carretera y ocasione un accidente?. No hay excusa para dejar de actuar o resolver esas situaciones que requieren de nuestra dedicación; sobre todo cuando se trata de salud, relaciones o las herramientas de trabajo. ¿Cuáles son esos asuntos pendientes que sigues postergando, debido a que según tú, “no tienes tiempo”? Quizás evadas hacer ejercicio diario para estar saludable.

Tal vez continúas aplazando salir con tus hijos los fines de semana para fortalecer esos lazos familiares, o a lo mejor también estás prorrogando organizar tu oficina para trabajar a gusto. Si retrasas tus asuntos para el día en que digas: “¡Qué dicha, hoy me sobra tiempo!” Jamás harás lo que tienes que hacer. La forma más fácil de incluir esa actividad que estás eludiendo es ponerle fecha específica en el calendario.

Esto te obligará a que encuentres el momento adecuado y dejes las justificaciones para otra ocasión. Por mi parte, decidí que antes de que le aparezca otra línea a mi computadora, esta semana compraré una nueva, porque si se daña y pierdo mis archivos no sería una emergencia, ¡más bien una catástrofe!.