La fatiga, rigidez muscular, sueño deficiente, dolor de cabeza o cara, entumecimiento de manos y pies y tensión, son algunas de las manifestaciones de la fibromialgia, una misteriosa enfermedad que se caracteriza por causar dolor crónico generalizado en sus víctimas. Los científicos saben poco de qué la causa y cómo se desarrolla, por lo cual es frecuente que quienes la sufren no obtengan un diagnóstico en sus primeras consultas al médico.
Por: Silvia Ojanguren
Hasta hace poco se trataba el padecimiento en forma aislada, es decir, se atacaban por separado las dolencias que provoca y que, según reportes clínicos, pueden ser implacables. En algunos casos, los doctores pueden llegar a confundir sus síntomas con un simple cuadro de gripe.
Pero, cuidado, es algo diferente, los especialistas coinciden en que el dolor que produce la fibromialgia puede limitar la capacidad de una persona para trabajar.
En principio, para una víctima de esta devastadora enfermedad, como nos dice la doctora Ana Guilaisne Bernard Medina del Servicio de Reumatología del Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, “no queda claro qué le pasa. Se da un proceso sensorial alterado y los pacientes frecuentemente lo describen como un estímulo de frío combinado con una sensación de dolor y ardor”.
En 1990, se empezó a describir científicamente lo que es la fibromialgia y el Colegio Americano de Reumatología la definió como un dolor generalizado con más de tres meses de duración, acompañado de insomnio, manos frías o calientes, colitis, boca seca y estrés. En México afecta a entre el 2 y 4 por ciento de la población general, y su blanco son sobre todo mujeres, 9 por cada hombre.
Realidad amarga
Una de las causas principales de este padecimiento es la predisposición genética del paciente, pero se sabe que hay disparadores de la enfermedad como son: abuso sexual en la infancia, traumatismo por accidentes, depresión, infecciones y estresores psicológicos.
Alrededor del 90 por ciento de las personas con fibromialgia experimenta fatiga moderada o severa, dolores prolongados en todo el cuerpo en las articulaciones, los músculos, los tendones y otros tejidos blandos. El cansancio crónico puede ir desde la apatía y la disminución de resistencia al esfuerzo, hasta el agotamiento.