FIBRO-DEPRESION

Por Luis Peralta
SALTILLO, COAH. FEBRERO 4, 2007 (VANGUARDIA).- Aspire profundo. Ahora exhale lentamente. Quizá no se dé cuenta, pero su corazón ya redujo un poco su velocidad. No es algo de lo que tenga que preocuparse; el corazón recuperará su ritmo cuando aspire de nuevo. Pero…

El ritmo cardiaco es una señal de la interacción que existe entre el corazón y el cerebro. Cada vez que usted exhala, el cerebro envía una señal al nervio vagus para reducir el ritmo cardiaco, pero con cada inhalación, el corazón se recupera. Inhalar aumenta el ritmo; exhalar lo reduce. Este es el proceso que sigue el corazón durante toda su vida. Y eso nos conduce a la primera lección sobre cómo administrar el estrés y evitar el cansancio excesivo.


1. Recuerde respirar

Los expertos saben que respirar de la manera adecuada ayuda a liberar rápidamente el estrés ligero. Pero esos mismos expertos están aprendiendo que el estrés es mucho más complejo de lo que parece.

El problema es que con un cerebro siempre disponible para atender todo lo que sucede a nuestro alrededor, es necesario tomar descansos regulares para desconectarnos de la rutina habitual.

Usted puede ignorar la necesidad biológica de desconectarse de los problemas de manera periódica, sin embargo existe una creciente evidencia de que si usted lo hace, finalmente la necesidad de descansar lo alcanzará. Y es entonces cuando aparecerá el estrés —que lo puede llevar a la depresión, al síndrome de fatiga crónica y a problemas de salud aún peores.

De hecho, el excesivo desgaste en el trabajo y en la vida diaria, constituye ahora la categoría de mayor crecimiento en lo que se refiere a los problemas de salud derivados del estrés.

Este artículo analiza los últimos adelantos sobre el estrés y por qué para algunas personas resulta tan difícil liberarse de este problema.


2. El estrés altera su química sanguínea

Durante años los psicólogos le han dado seguimiento a los síntomas del agotamiento, entre ellos la falta de energía y la pérdida del entusiasmo. Ahora, gracias a los nuevos escaneos del cerebro y a exámenes de sangre más sofisticados, los científicos pueden medir directamente algunos de los efectos del estrés en la mente y en el cuerpo —con resultados sorprendentes.

Es muy probable que usted haya escuchado sobre el cortisol, más conocido como “la hormona del estrés”, que se libera en el torrente sanguíneo cuando usted se siente bajo tensión.

La nueva pregunta es, ¿sabía usted que tener demasiado cortisol en la sangre puede ser tan malo como tener tan sólo un poquito de esta hormona?

Los científicos han encontrado que cuando los niveles de cortisol cambian, todo lo demás cambia en algún grado.

“Nos estamos dando cuenta de que el estrés, el agotamiento y el síndrome de fatiga crónica, todos están relacionados de alguna manera con los niveles de cortisol en la sangre”, dice un neurólogo.


3. algunos no pueden evitarlo

A veces, levantarse de la cama puede ser difícil para el cuerpo. Para que entienda este mecanismo hay que saber que varias horas antes de despertar cada mañana, una pequeñísima región en la base de su cerebro, llamada hipotálamo, envía una señal que alerta a sus glándulas adrenales, ubicadas encima de sus riñones, para que empiecen a bombear cortisol al torrente sanguíneo, el cual actúa como un despertador.

A partir de ese momento, los niveles de cortisol permanecen altos para que usted aumente su nivel de conciencia y logre despertar.

Los altos niveles de cortisol mañanero ayudan a explicar por qué muchos ataques al corazón y embolias ocurren precisamente entre las 6 y las 8 de la mañana.

Pero en las personas que están deprimidas, los niveles de cortisol no sólo se elevan temprano en la mañana, sino permanecen altos durante todo el día. El otro problema es que hay personas que son más sensibles que otras a los efectos del cortisol, de manera que aún a niveles bajos, la hormona puede producirles efectos muy severos, por ejemplo agotamiento y desánimo.

4. El estrés puede envejecerlo antes de tiempo

Los científicos han sospechado por mucho tiempo que el estrés daña el sistema inmunológico, provocando que uno se enferme de cualquier cosa con suma facilidad.

Pues bien, hace poco investigadores de la Universidad de California, en San Francisco, decidieron observar más de cerca los glóbulos blancos de un grupo de madres con altos niveles de estrés, debido a que sus hijos sufrían desórdenes crónicos como el autismo y la parálisis cerebral.

Los cambios más notables se observaron en estructuras microscópicas de los cromosomas, llamadas telómeros, los cuales tienden a desgarrarse con la edad. De hecho, observando los telómeros es fácil darse cuenta de si pertenecen a células de gente joven o de gente mayor.

Pues bien, los telómeros de las mamás más estresadas estaban significativamente más dañados que los de las madres sin problemas familiares, lo que significa que desde el punto de vista genético, esas madres tenían —estimaron los expertos—de nueve a 17 años más que su edad cronológica.


5. El estrés ataca aún a las personas con bajos niveles de cortisol

Los expertos han encontrado que hay personas muy vulnerables al estrés. En este sentido, el profesor Jens Pruessner, de la Universidad McGill, en Montreal, ha observado que el hipocampo, una estructura del tamaño de una nuez localizada en la profundidad del cerebro, podría ser el responsable de esta condición.

Utilizando varios tipos de escaneado cerebral, Pruessner observó que las personas que tienen una autoestima inferior al promedio, tienen un hipocampo más pequeño, y eso podría significar que producen menos cortisol, y de esta manera influir en su autoestima.

Todavía no está claro cómo es que el cuerpo puede mostrar niveles de cortisol muy bajos, y aun así llevar a la persona a un desgaste excesivo., dice Pruessner. “Lo que sí sabemos es que aún con bajos niveles de cortisol, las personas muy sensibles a esta hormona sufren las consecuencias”.


6. cómo es que usted queda atrapado por el estrés

Cuando el estrés rebasa ciertos límites, parece aislar a la persona del mundo real.

Los científicos tienen un nombre para esta reacción, le llaman “desesperanza”, y han tratado de estudiar el fenómeno más de cerca con ratones de laboratorio, cuyos sistemas nerviosos tienen muchas similitudes con los humanos.

Aquí está cómo funciona el experimento: si usted provee a un grupo de ratones de una ruta de escape, éstos aprenden de manera rápida cómo evitar un choque eléctrico que se produce unos cuantos segundos después de que escuchan un tono.

Sin embargo, si la ruta de escape es bloqueada cuando el tono es activado, y el choque eléctrico ocurre, los ratones finalmente dejan de correr y no intentan escapar.

Después de esto, si la ruta de escape es abierta de nuevo, los ratones simplemente se quedan paralizados cuando escuchan el tono —a pesar de que una vez supieron cómo evitar el choque eléctrico, huyendo por la puerta de escape al escuchar el tono.

Al igual que los ratones, los humanos no buscan la manera de escapar al estrés, sino que se dejan atrapar por él. Y de esta manera pierden la habilidad de razonar sobre cómo buscar otras vías para escapar de la tensión.

En pocas palabras, la investigación ha mostrado que existe una ventana muy pequeña para escapar del estrés crónico, y por lo tanto para revertir los efectos fisiológicos del mismo. Y eso es algo que usted no debería permitir que suceda. Se lo debe a sí mismo y a sus seres queridos.

*** De la revista TIME



LA CARA DEL DEMONIO


Aunque la depresión suele ser más severa en algunas personas, la mayoría de la gente ha tenido que luchar con ese demonio. Sobre todo en el mundo de hoy. De hecho, se estima que en la actualidad una de cada 20 personas sufre de depresión lo suficientemente severa como para requerir tratamiento médico; y una de cada cinco tiene episodios depresivos ligeros pero frecuentes.


Y la depresión es un mal en aumento.

¿Cómo saber si usted está deprimido o tan solo preocupado? Después de todo, los sentimientos de tristeza, pesimismo y desesperanza, afectan a todos alguna vez en la vida.

Los expertos dicen que si la depresión ocurre sin causa aparente, si se profundiza y persiste —afectando la conducta y el estado físico— se puede convertir en una enfermedad depresiva real.

De acuerdo con los lineamientos que usan los psiquiatras y los psicólogos, si usted tiene cinco o más de los siguientes síntomas, y éstos han persistido por más de dos semanas —sobre todo si alguno de esos síntomas está interfiriendo con su trabajo o su vida familiar, entonces debería ver a un especialista para ser evaluado.



LOS SINTOMAS SON:

* Tristeza persistente o falta de humor.

* Pérdida de placer por las actividades ordinarias, incluyendo el sexo.

* Fatiga o disminución en sus niveles de energía.

* Perturbación del sueño.

* Dificultad para levantarse en la mañana.

* Alteración de la rutina alimentaria, ya sea por pérdida del apetito o por comer demasiado.

* Dificultad para concentrarse o para recordar.

* Indiferencia al momento de tomar decisiones.

* Sentimientos de culpa y baja autoestima.

* Pensamientos de muerte o intentos suicidas.

* Irritabilidad.

* Facilidad para el llanto.

* Enfermedades crónicas o dolor que no responde al tratamiento.



¿COMO NACE LA DEPRESION?

Los estudios han demostrado que no son los golpes de la vida los que hacen que usted se sienta triste, preocupado o deprimido, sino que es más la manera como usted interpreta un evento lo que afecta su estado de ánimo.

Y ahora se sabe que las hormonas del estrés afectan más a unas personas que a otras (ver artículo principal).

“Pero cada uno de nosotros tiene la habilidad de cambiar la manera como ve los eventos que llegan a su vida", dice un psiquiatra.

“La manera como usted interpreta algo es lo que hace que la depresión llegue a su mundo, no importa si usted es rico o pobre, brillante o promedio, viejo o joven, bien educado o no”.

Por lo tanto, tenga presente que su forma de pensar tiene un enorme impacto en la manera como usted se siente. Por eso muchas personas son capaces de desarrollar sus propias técnicas para alejarse de la depresión.