¿ESTAS ENAMORADA DEL AMOR?
En muchas ocasiones la mujer en sus sueños, ilusiones, fantasías y anhelos, suele etiquetar sus sentimientos en el más elevado de todos los ideales de este mundo. Le pone nombres, lo viste de besos, de suspiros, de caricias voluptuosas, le habla tiernamente en la voz de su silencio, lo arropa y lo protege deliciosamente con las alas amorosas de su corazón que quisiera volar como ninfa en los cielos y fusionarse a las esporas del viento terrenal, como una margarita silvestre, sin hojas y sin tallos, sin ataduras, ni desventuras. Con inocencia pura, sin celos ni recelos o desconfianzas que rompan el encanto de su regazo sublime de mujer. Pura, bella y virginal en su hábitat natural paradisíaco de sueños… ensueños y dulces quimeras.
La música fluye cantarina del alma enamorada de la mujer, emanando de su alma inmortal, un fresco manantial de dulces ambrosías. Las notas de su corazón acompasado de adoración y gloria, se deslizan amorosamente sublimes por las paredes del pensamiento y en sus lindos labios rojos, la más secreta sonrisa confidente de complicidad más total en la perfecta comunión de cuerpo y alma en su divina y sagrada ilusión de amor.
Pero… ¿Te has preguntado amiga lectora si estás enamorada del amor? ¿Estás segura de que tus gemidos ahogados y tus luchas por conquistar a un hombre, no llevan sobre las alforjas, una buena dosis de equivocación?
Hey… ¡Quita allí, y aprende a ver primero con los ojos del alma!
¡Detente si no estás segura de que tu caudal de amor, será recibido como un estandarte en el corazón de quien elegiste para entregar la bandera propia de tus sueños y las más hermosas ilusiones de tu más grande y colosal amor!
Date cuenta mujer, que una mirada varonil, una sola palabra galante, un detalle, un bello gesto, y hasta un leve acercamiento masculino, puede hacer detonar en un sólo instante, el cohete impulsor de tus ímpetus más acariciados, soñados y bañados de frescura en el rocío que cuajaste en tus noches de soledad, melancolía y añoranza por sentirte aceptada, amada, respetada y valorada como mujer.
Es bueno darte cuenta aquí y ahora, que la misma orfandad sentimental y tu desamparo emocional en el que has vivido por mucho tiempo, te hará percibir sensaciones “engañosas y pasajeras”. Y tu mente contemplará posibilidades en cuestión de segundos, construirás quizá castillos en el aire, y querrás reposar sus sueños en el primer hombro viril que esté al alcance de tu mirada y de tus manos.
¡Cuidado!… ¡Detente mujer!… ¡No reacciones al primer impulso!
“El hombre sabio, seduce para siempre el corazón de la mujer con su inteligencia,
el que posee atractivos, impacta… ¡Pero sólo por un rato!”
No busques el ideal de tu amor en cualquier hombre que no conozcas lo suficiente como para entregarle todo tu corazón en el primer instante, (Amor a primera vista, tambien se pierde al primer parpadeo) o quedarás atrapada en tus propias redes de sueños y quimeras.
No busques idealizar a tu amor… ¡No lo hagas!…
¡Mejor déjate encontrar!
Tienes que enseñar a tu corazón de mujer a ser más dignamente mágico, permanente y más entero, más valiente, más guerrero, más inteligente, pero también enseñarlo a ser el mejor amante de tu propio amor.
¡Empieza por amarte, respetarte y valorarte a ti misma!… y de esa manera no será tan fácil que te lastimen como quizá ya te han lastimado demasiado.
Debes darte cuenta y hacer conciencia mujer, que aquel hombre que te busca por tu hermoso cuerpo, o por tu lindo rostro, no ama tu alma, ni la valorará jamás. Pero aquel hombre que primero se preocupa por conocer a tu alma, te adorará por siempre, aunque no tengas un cuerpo escultural, ni una figura de modelo profesional.
Date la alegría, el gozo y el privilegio de que ese hombre que tú miras y tanto te gusta, busque primero por dentro de ti, la belleza escondida que guardas como un valioso tesoro en el cofre de musa misteriosa, de tu inmaculado y sagrado corazón de mujer.
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