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ARMARIO LLENO, CORAZÓN VACÍO.
¿Te has dado cuenta que mientras más llenamos nuestro armario más vacías nos sentimos?
Amigas, creo que este tema no es de una sola mujer, es muy común que las mujeres tendamos a comprar mucho y sentirnos más solas cuanto más tengamos, ¿y qué tiene que ver lo uno con lo otro? Mucho, te lo explicaré:
Siempre nos estamos sintiendo solas, con mucha depresiones, ¿y qué hacemos para compensar nuestra depresión? Salir a los centros comerciales a comprar lo que sea, lo más inútil, muchas veces no nos hace falta pero lo compramos porque sentimos la sensación de que eso llena nuestra vida.
Pero cuando llegamos a casa vemos que seguimos igual de tristes porque la compra no compensa nuestra soledad.
¿Por qué pues hacemos esto?
Por querer agradar a quien está a nuestro lado, o porque deseamos que nos vean lindas en el trabajo o allí donde vayamos.
Y mientras no sanemos nuestro interior, amigas, nada de esto lo compensará.
Créanme, cuanto más llenemos nuestros armarios más vacías encontraremos nuestras vidas. Porque nada material nos podrá llenar si no estamos contentas, no seremos felices mientras no nos aceptemos tal como somos.
Nuestras penas no se irán por comprar más.
Nuestro cuerpo no cambia si compramos más, al contrario, si vemos que hemos subido un kilo queremos morirnos pero nos faltará fuerza y voluntad para ir al gimnasio, a la natación… y pasaremos el tiempo pegadas frente al computador, esperando a nuestro amor, nuestras amistades. El mejor amigo que tenemos está en casa y se llama “computador”.
¿Se han preguntado qué vida tendrían si no existiera este bendito aparato que tienes frente a ti?
No, no se te acabaría la vida, sólo que quizás le daríamos más tiempo a llenar nuestra vida con cosas más espirituales. Puede que iríamos al gimnasio, quizás haríamos muchas cosas que ahora no hacemos… Pero no se equivoquen, yo no estoy en contra de la tecnología, al contrario, gracias a la tecnología disponemos de más opciones para aprender y leer muchas cosas interesantes, como esto que ahora lees.
Amigas, lo que intento decir es que no podemos llenar nuestra existencia con cosas externas.
Debemos intentar descubrir el motivo por el cual ya no somos lindas. Descubrir aquello que provoca que nuestra vida ya no sea tan alegre como antes.
No podemos remediar las penas y dolores que diariamente nos sacuden, eso es algo que no se remedia comprando cosas que a la final ni nos servirán.
Debemos comprender que aquello que hemos comprado, lo cual en el fondo ni nos gusta ni nos sirve, lo hemos comprado porque en ese momento estábamos fuera de casa, queriendo ser siempre bellas.
Somos ya mujeres seguras, somos mujeres valientes, ya no nos hacen llorar tan fácilmente… y si tenemos claro eso en nuestra mente antes de comprar cosas que sólo llenan esos armarios y cajones con tanta ropa que ya no entra más, preguntémonos “¿Lo necesito? ¿Me veré bien?”.
Amigas, muchas veces compramos cosas porque pensamos que así llenamos nuestro ser, pero lo interior sólo se llena de amor dando y recibiendo amor, tratando de ser buenas personas, llamando a los amigos que hemos dejado de lado, o llamando a esa amiga con la que hace tiempo tuvimos un desacuerdo y que por nuestro orgullo no la hablamos. Tratemos de ser más espirituales, de verdad que eso nos llenará mucho más en nuestra vida.
Intenta ver qué ropa y zapatos no usas, y ve a tu iglesia o a esa amiga que tiene muchos hijos y no le alcanza para comprarse ni la octava parte de lo que gastamos nosotras, y regálaselo.
Hacer limpieza siempre es bueno.
Limpiemos nuestra vida así como limpiamos nuestra casa, verás que al día siguiente te sentirás más linda y más clara para pensar.
No a las cosas compulsivas, sólo da a tu vida lo que necesita, que es a Dios y amor para repartir. Recuerda que sólo queriéndote y aceptándote a ti misma estarás preparada para regalar, y es eso lo que nos llena el corazón, la bondad con nuestros amigos y familias.