GIJÓN Un joven con fibromialgia protesta en el Puerta de la Villa contra su alta médica

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Un joven con fibromialgia protesta en el Puerta de la Villa contra su alta médica
Los trabajadores del centro llamaron a la Policía alertados por su nivel de excitación


PLANTE. José Antonio Fernández, ayer, en el centro de salud. / J. B.José Antonio Fernández no puede más. Afectado de fibromialgia y tras cuatro años usando muletas por una hernia degenerativa, ayer se plantó en el centro de salud de Puerta de la Villa para protestar contra lo que considera una decisión administrativa «sin pies ni cabeza». Pese a su estado físico, que le obliga a guardar reposo «prácticamente las 24 horas del día», el Equipo de Valoración de Incapacidades del Sespa le remitió esta semana una resolución en la que determinaba que «en el momento actual no parecen existir límites para el normal desarrollo de su actividad laboral» y proponía la inmediata concesión del alta médica.

El afectado cree que esta decisión se debe a deficiencias administrativas y asegura que los responsables de Inspección Médica del Área V no han remitido al equipo de valoración los informes que confirman su mal estado de salud. Harto de esta situación, ayer se dirigió airado al centro de salud con la intención de reunirse con el inspector médico, que no se encontraba presente. Su estado de excitación alertó a los trabajadores del centro de salud, que solicitaron la presencia de la Policía Local. La situación, afortunadamente, no pasó a mayores, a pesar de que José Antonio Fernández no ha logrado aún su objetivo.

Hace cuatro años este joven causó baja en su trabajo de cocinero en el Club de Regatas como consecuencia de un principio de hernia discal. «Tuve que levantar una olla de 60 kilos y me quedé allí 'clavao'». Desde entoces su estado no sólo no ha mejorado, sino que con el tiempo ha ido a peor. En 2006 se le diagnosticó fibromialgia y asegura que ahora apenas puede moverse. «El dolor siempre va a más». Señala que tanto en el hospital de Cabueñes como en el centro de salud de Pumarín se han redactado numerosos informes en los que se detalla su estado físico, pero éstos no han llegado al tribunal médico del Sespa que evaluó su estado. «Me preguntaban incluso que por qué iba con muletas, porque no tenían ninguno de los informes».

La única solución a su trastorno es una operación que, sin embargo, entraña un elevado riesgo. Aunque los médicos rechazan llevarla a cabo, José Antonio pide que se haga esta intervención «aunque quede en silla de ruedas, porque será mejor que seguir con todos los dolores que sufro ahora».