AMORES CIEGOS

AMORES CIEGOS



Cada vez tengo más claro que además de la vista, el factor suerte es también importante en una relación.

A estas alturas de la película pocos de nosotros desconocemos la teoría acerca de lo importante para mantener viva la pareja: amar y ser amado, comprensión, comunicación, confianza, crecimiento personal, escucha, libertad, proyecto común, sexualidad, etc.

Sin embargo, particularmente creo que lo que a mí más me ha fallado en relaciones pasadas ha sido el no amar conscientemente.

No me refiero a que no haya sido coherente con mis parejas sino más bien a que he vivido reaccionando automáticamente según mi programación a cada acontecimiento, en lugar de crear algo nuevo: vivo y bien ejecutado.

Lo que más me impresiona es que si bien, soy consciente ahora de mis carencias afectivas ¿qué ocurría con ellos? ¿qué tipo de penuria han podido haber vivido ellos para no exigirme corregir la torpeza que cometía?

Dicen que el amor es ciego e incluso hace unos meses, se publicó la explicación científica a ello, pero yo, como dijo Gabriel García Márquez, si por algo le quiero a mi chico, no es sólo por cómo es él, sino por cómo me siento cuando estoy con él: ya no tengo el resentimiento que tenía, tengo paz interior, estoy serena y procuro disfrutar del presente.

Nunca antes había llegado a sentirme así ¿no es eso tener mucha suerte?