LOS NUEVOS POBRES...(PERSONAS CON FIBRO)

Los nuevos pobres
01.09.08 - J. P. P.
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ANGUSTIADA. Conchi Andreu empuja el carrito de su hija. / N. GARCÍANo arrastran largas y penosas historias de exclusión social. Ni viven debajo de un puente. Son familias trabajadoras, humildes, que han tirado hacia adelante gracias a su esfuerzo y a los años en que el empleo no ha faltado. La bonanza económica los empujó, como al resto, a comprar viviendas e hipotecarse de por vida pagando mensualidades que, en muchos casos, suponían más de la mitad de los ingresos que entraban en casa. Ahora, el endeudamiento, engordado por el euríbor, les ahoga. La inflación también ayuda y la pérdida del puesto de trabajo es la puntilla final que les convierte en los nuevos pobres. Conchi Andreu, una murciana de La Alberca divorciada y con tres hijas, es un buen ejemplo de todo esto, aunque su historia se complica todavía más por la aparición de una enfermedad, la fibromialgia, que le cierra muchas puertas en el mercado laboral.

Hace sólo tres años, Conchi tenía dos trabajos en diferentes empresas de limpieza que le permitían vivir, si no con grandes lujos, sí como a cualquier otro murciano de clase media. Cayó enferma. «Estando de baja me despidieron de una de mis empresas», cuenta. «Me mandaron un burofax y se acabó». Su otro trabajo lo dejó ella cuando los médicos le diagnosticaron fibromialgia. «No podía estar todo el día tirada en el suelo, limpiando y arrastrando colchones». Consiguió una pensión de invalidez de 418 euros. Al principio pudo ir tirando gracias a los ahorros y la pensión del ex marido. Pero, hace un año, nació su tercera hija. Prematura, de seis meses. «Fue un milagro que sobreviviese». Los gastos se dispararon, y además su ex dejó de pagar. Ahora se encuentra con poco más de 400 euros para alimentar a la pequeña y pagar una hipoteca de 700 euros.

Su única ayuda son sus otras dos hijas, ya independizadas, que viven fuera de Murcia. Está buscando trabajo, pero sin formación, en plena crisis y con una invalidez parcial, sabe que lo tiene muy complicado. Ha acudido a Cáritas, pero tiene pocas esperanzas. Quiere vender la casa. Hace sólo un año, ésa habría sido una solución fácil para acabar con los apuros. Ahora, «no hay manera» de desprenderse de ella, así que vive con el temor de que cualquier día le llegue la notificación de embargo. «Tiro adelante con algunas ayudas; de los Servicios Sociales, del cura de la parroquia... pero no puedo estar así eternamente». La crisis se ha convertido para ella en la puntilla de una situación complicada. Una concatenación de malas rachas que la han llevado a las puertas de la pobreza. Como a tantos otros

Pobrecilla, ojala se le solucione todo pronto

Este es el problema de muchas personas hoy en dia y muchisimos mas que saldran, pero con el agravante de que es poseedora de la enfermedad, es una pena y espero que se le arregle la situción.

realmente triste, es la situacion de muchas personas a las que afecta ,la crisis y encima la enfermedad.....
cada vez es mas dificil tirar para adelante ....... pero no pierdas la esperanza..... lo positivo esta por llegar (ya lo veras).... te deseo toda la suerte del mundo.... te la mereces.

un bessiss corazòn y animo, y si en algo te podemos ayudar aqui estamos todas mi niña....


un abrazo


yayani