Ya es difícil tener una vida serena en esta sociedad competitiva y consumista…
Ya es duro ser mujer, madre, hija, hermana, trabajadora, amiga…
Ya es pesado arrastrar las penas, desconsuelos de toda una vida e intentar comenzar cada día como si no hubiésemos vivido nada en el pasado…
Es un alarde de voluntad el esfuerzo de atender la casa, la compra, comida, limpiar, ayudar a nuestros padres o hijos que comienzan a vivir y enfrentarse a los problemas de adultos, cuidar de su salud, física y mental…
La mujer tiene que ser casi una heroína para cumplir los objetivos del trabajo, enfrentarse a problemas laborales, personales, la crisis que afecta a nuestros bolsillos, hacer malabarismos para pagar facturas, alimentar a la familia, con la suerte de tener un trabajo, claro esta.
Es una gran interpretación poner una sonrisa donde solo hay deseo de desaparecer, esfumarnos y de gritar
¡ que paren el mundo, quiero bajar!
Es casi magia hacer de padre y madre, aconsejar, ayudar, apoyar… y no morir en el intento…
…. pero mucho más difícil es para una mujer con dolor crónico (Fibromialgia)
un agotamiento extremo arrastrado durante años y años (Síndrome de Fatiga Crónica)
y una alergia mal diagnosticada, llamada Sensibilidad Química Múltiple, que nos impide vivir en esta sociedad agresiva…
Hay algo peor; intentar explicar que las palabras: cansada, agotada, dolor, estrés, nerviosismo, falta de energía, falta de concentración, etc etc
tienen otro significado, se salen de la dimensión que los demás mortales conocen.
Y el doble salto mortal: que no te crean médicos, psicólogos, psiquiatras, inspectores/as...
¿o si nos creen...?