FATIGA CRÓNICA

FATIGA CRÓNICA
Una enfermedad sin causa determinada

La causa de la fatiga crónica, antes conocida como 'la gripe de los yuppies', porque solía afectar a este sector de la población, sigue sin haber sido establecida. Varios expertos apuntan la posibilidad de que sean varios los factores determinantes y actualmente se está intentando determinar si el trastorno se debe a una respuesta inmunológica exagerada desarrollada a partir de una infección vírica.


Las hipótesis lanzadas sobre el origen de la enfermedad han ido variando a lo largo de los últimos años, según recoge un artículo publicado en 2001 en el 'Journal of the America Medical Association' (JAMA). En este sentido, varios expertos apuntaron que se trataba de "una variante de la infección por el virus Epstein-Barr", propio de la mononucleosis, y otros que se trata de un síndrome que "podría reflejar una depresión u otros trastornos psiquiátricos".

La posibilidad de que se trate de una somatización, es decir, que los pacientes estén transformando la ansiedad o los problemas personales que sufren en una serie de síntomas físicos que sólo ellos perciben, también ha sido barajada.

Por lo tanto, según apunta JAMA, "el diagnóstico está sujeto a las ideas que cada médico tenga sobre la enfermedad. Los especialistas que no creen que el síndrome de fatiga crónica posee una base orgánica son más propensos a diagnosticar un desorden de somatización, aunque no cumplan los criterios establecidos para dicho trastorno".

Según destaca José Alegre, la hipótesis más en boga actualmente apunta que los que lo padecen poseen una predisposición genética, "lo que no quiere decir que sea hereditario".

"Por lo general lo que desencadena el síndrome es una infección vírica, aunque en ocasiones se da por una transfusión, una vacuna o hasta un accidente de tráfico", añade el doctor Alegre, que lleva dedicado diez años al diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.

"Las defensas reaccionan de forma exagerada, al contrario de lo que ocurre en los pacientes con sida", destaca este especialista, y la 'excesiva' respuesta inmunológica hace que el individuo produzca una serie de sustancias que causan la fatiga.

La proteína RNasaL está presente "en el 90% de los enfermos que cumplen los síntomas de la enfermedad", resalta Alegre. "Se trata de un marcador", explica, "que se puede negativizar utilizando una serie de fármacos inmunomoduladores", con la consecuente mejoría de la sintomatología.

Esperando buenas noticias

Este tratamiento, que a pesar de bloquear los síntomas no puede curar a la persona, todavía está siendo analizado en distintos ensayos clínicos. No obstante, este especialista se muestra optimista y no duda en afirmar que es posible que "a lo largo de este año se tengan buenas noticias". Asimismo señala que el futuro pasará por suministrar varios fármacos a estos enfermos, como ocurre con las personas seropositivas.

Por el momento, cuando un sujeto es diagnosticado de esta enfermedad se le ofrecen una serie de alternativas dirigidas a paliar algunos de los síntomas, como la realización de ejercicio lento y progresivo, para mantener la musculatura y la administración de fármacos para paliar el dolor.

La terapia cognitivo conductual es otra de las opciones ya que, como señala Benjamin H. Natelson en 'JAMA', "los pacientes con tendencia a tener problemas de humor o a amplificar las sensaciones somáticas podrían llegar a preocuparse sobre los efectos que una enfermedad viral puede tener sobre la actividad y reducirla aún más".

"Si las creencias y los temores son importantes a la hora de mantener el estado de la fatiga crónica, entonces los tratamientos enfocados a alterar estos procesos del pensamiento deberían mejorar las salud de esto pacientes", añade Natelson. Pero, él mismo matiza, "esto no quiere decir que el síndrome de fatiga crónica sea necesariamente psicológico en su origen".

Sea cual sea su origen, lo cierto es que las personas con fatiga crónica sufren. Su dolor, según ellos mismos señalan, no sólo es fruto de la fatiga sino también de la incomprensión, la rabia y, ante todo, por querer y no poder hacer.