- Aceites de quemar e inciensos y en menor medida las velas perfumadas, emiten niveles excesivos de sustancias tóxicas, alergénicas y contaminantes.
Asociados al bienestar y la relajación, en realidad empeoran la calidad del aire, "comparable en términos de toxicidad a una sala de fumadores muy cargada".
Las asociaciones de consumidores reclaman una legislación que fije un límite de emisiones y obligue a mostrar en el etiquetado los riesgos para la salud.
EFE. 26.09.2013
Algunos
ambientadores de uso doméstico que para difundir aroma necesitan calor (aceites de quemar e inciensos y en menor medida las velas perfumadas) empeoran la calidad del aire al emitir niveles
excesivos de sustancias tóxicas, alergénicas y contaminantes, algunos incluso en mayor proporción que el tabaco.Para llegar a esta conclusión la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España junto con otras entidades de Bélgica, Italia y Portugal
han analizado veintidós ambientadores de uso doméstico con el objetivo de comprobar qué tipo de sustancias emiten al aire.
Los aceites e inciensos suspenden por emitir niveles excesivos de compuestos dañinos como el benceno y el formaldehídoLos ambientadores analizados
se asocian al bienestar y la relajación y cada vez son más utilizados en los hogares pero, "lamentablemente, lejos de producir esos beneficios, lo que hacen algunos es emitir niveles excesivos de sustancias tóxicas, alergénicas y contaminantes", señala la OCU en una nota de prensa.
Así, algunos de los productos analizados empeoran la calidad de ambiente, "haciéndola incluso comparable, en términos de toxicidad y riesgos para la salud, al
ambiente de una sala de fumadores muy cargada".
De los ambientadores analizados, la OCU sólo aprueba las velas ya que
los aceites e inciensos suspenden por emitir demasiadas partículas finas respirables, compuestos orgánicos volátiles, sustancias alergénicas y compuestos especialmente dañinos como el benceno y el formaldehído.
Peor que el tabacoAdemás, a la OCU le ha sorprendido la
alta emisión de benceno en los conos de Satya Sai Baba que emiten 490 microgramos de benceno por metro cúbico, frente a los 60 de un cigarrillo.
Las
varitas de la misma marca dispersan más de 3.000 microgramos de partículas finas por metro cúbico y el
aceite limón de La Casa de los Aromas multiplica por 125 el límite recomendado de compuestos volátiles.
Los conos de Satya Sai Baba emiten 490 microgramos de benceno por metro cúbico, frente a los 60 de un cigarrillo Ante esta situación, la
OCU recomienda no usar este tipo de ambientadores dado que no limpian el aire ni suprimen malos olores; y no emplearlos en lugares que carezcan de ventilación ni en presencia de niños, embarazadas o personas que padezcan alergia o asma.
En su lugar
aconsejan el uso de velas, y no de manera habitual, y ventilar la estancia como mejor opción para mejorar la calidad del aire
Tras esta investigación las asociaciones de consumidores de España, Bélgica, Italia y Portugal han presentado los resultados a la Comisión Europea
reclamando una legislación que fije un límite de emisiones y obligue a mostrar en el etiquetado las condiciones de uso y riesgos que pueden suponer estos productos para la salud.
Además, han pedido que se
controlen los aceites e inciensos en el mercado y se retiren aquellos con un nivel de emisiones muy elevado.