Privatizad malditosPosted on 07/12/2012
Nos siguen tomando por estúpidos, no se cansan. Día tras día, decisión tras decisión, afirmación tras afirmación no hacen más que demostrar que piensan que somos imbéciles. “No estamos privatizando la sanidad y quién diga lo contrario miente. Buscamos vías de financiación sostenible para un SNS desgastado, deteriorado y en peligro. Que alguien me demuestre que algún usuario ha tenido que pagar un solo Euro por ser atendido en un hospital” Este tipo de afirmaciones las venimos escuchando con frecuencia para defenderse de los ataques de aquellos que anhelamos una sanidad pública, universal y de calidad.
Pregonan a los cuatro vientos que es necesaria una gestión privada, ya que esta es mucho más eficiente que no la pública. Pero ¿alguien se puede creer eso? Alguien puede creer que poniendo intermediarios privados que necesitan obtener ganancias por el trabajo realizado, se abaratarán costes. Nadie, es imposible. Nosotros por lo menos no. Y en todo caso, si así fuera, la conclusión que podríamos sacar de ello, es que los gestores públicos (que no dejan de ser cargos políticos, en muchas ocasiones puestos a dedo) son unos incompetentes, unos mangantes o ambas. No hay más.
Desde hace dos años nuestra plataforma lleva denunciando que los recortes en sanidad en cuanto CIU recuperó el poder, eran el primer escalón de una escalera perfectamente diseñada, en la que el último peldaño era un modelo sanitario liberal, también llamado modelo de libre mercado, que
es el modelo que impera en los Estados Unidos (EEUU) y que tiene como características que la salud es considerada como un bien de consumo, que no necesariamente tiene que estar protegida por los poderes públicos. Debemos estar a mitad de recorrido, de esa escalera donde ya no se esconden a la hora de
defender la entrada de capital privado en entidades públicas y
gestión puramente privada. Ahora bien, si hacemos caso a las afirmaciones de
Alfons Quintá en el Debat sobre que el Hospital Clínic de Barcelona pasará en breve a ser una entidad privada en manos chinas, nos estaremos acercando al final de la escalera.
Estos son los peldaños que sospechamos están subiendo:
- 1. Recortes en la sanidad pública, deteriorando el sistema.
2. Este deterioro les sirve para argumentar que son necesarios cambios en la gestión. Gestión privada.
3. La gestión privada provoca aumento de gastos.
4. Ese aumento de gastos justifica su argumento de SNS público insostenible.
5. Esta insostenibilidad nos obliga a su privatización, convirtiéndolo en un modelo de libremercado.
Por si la lógica aplastante de que intermediarios privados encarecen el producto final no es suficiente, hay numerosos informes de Organizaciones tan prestigiosas como la OMS, que informan sobre la
mayor eficacia y equidad con necesidad de menos recursos económicos de la
sanidad Pública respecto a la Privada.
Este gráfico incluido en un
magnífico trabajo de Manuel Martín García, miembro de la Federación de Asociaciones para la Defensa de Sanidad Pública (FADSP), nos indica el gasto sanitario per cápita en dólares de diferentes países. Observamos que el gasto en EEUU es 2,5 veces mayor que en nuestro país cuando
más de 50 millones de estadounidenses quedan sin cobertura sanitaria, mientras que en España se acerca mucho a la universalidad.
Recientemente más de
600 médicos madrileños han firmado una carta dirigida a los ciudadanos en la que afirman, que la sanidad privada no es más barata, y que pone en peligro la equidad y universalidad de su sanidad.
Un estudio realizado por el sindicato sanitario CSIT-UP lo deja claro, la cama en un hospital de gestión privada cuesta 1.660 euros al día, pero si es un hospital de gestión pública la misma cama cuesta 955 euros, un 74% más barata.
Esperamos que esta pequeña recopilación de argumentos a favor de la sanidad pública acabe de convencer a esos escépticos que no creen en lógicas aplastantes. Lógico que con gestores intermediarios se encarece el producto final, lógico que si empresas privadas se interesan en adquirir empresas públicas, debe ser que estas no son tan insostenibles. Es lógico que si la sanidad pública no tiene que obtener beneficios, será más barata y ofrecerá mejores servicios a menor precio que la privada. Lógico, lógico.
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