plataforma comarcal para exigir fin de precariedad ambienta

M. M. / Agencias

Los vecinos de la comarca avilesina están hartos de «etiquetas negras» y de figurar siempre en los primeros puestos de las listas relativas a la contaminación. Por eso ayer se reunieron en El Quirinal responsables de distintas entidades y personas a título individual que decidieron formar una plataforma «contra la precariedad ambiental». Todos coincidieron en la importancia de proteger el medio ambiente en la comarca y fijaron su atención en la polución industrial y el deterioro de los espacios naturales como las marismas de Maqua. Acordaron además nombrar a Elisabeth Soto como portavoz de este nuevo colectivo que, por el momento, aglutina a integrantes de la Foz del Pielgu, Ereba, el grupo ornitológico Mavea, el Colectivo Ecologista de Avilés, el grupo de medioambiente del 15-M, el grupo «Segadores» y vecinos de San Juan de Nieva, Jardín de Cantos, «El Camín» de Llaranes y Raíces alentados por la federación de vecinos «La Unión». «La plataforma está abierta a todos los que quieran participar independientemente de si pertenecen a un colectivo o no», explicó Soto, que destacó que aún no han fijado acciones a desarrollar en un futuro próximo. «Una de las cosas que nos gustaría sería que se instalaran más estaciones de medición y que los datos fueran públicos y accesibles», dijo Soto. La plataforma prevé reunirse con periodicidad para impulsar proyectos individuales o colectivos a favor del medioambiente.

El responsable de «La Unión», Antonio Cabrera, aprovechó ayer el encuentro para reclamar a la Administración que «tome medidas» contra la polución industrial. «Lo que no podemos permitir es que ciertas empresas actúen con impunidad y que en los ayuntamientos sólo existan técnicos de medio ambiente para evaluar el impacto ambiental de la ronda norte», dijo Cabrera. En alusión a las empresas, la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA) hizo público un informe titulado «Revelando los costes de la polución procedente de centrales energéticas y otra grandes plantas industriales» en el que destaca los centros más contaminantes del viejo continente, entre los que se encuentran dos asturianos: la central térmica de Aboño en el puesto 70 y la planta siderúrgica de Arcelor de Avilés y Gijón en el puesto 89.

El estudio se ha realizado tomando como referencia los volúmenes de emisión de gases contaminantes aportados por cada una de las empresas analizadas, a los que se le ha aplicado un cálculo que estima costes sanitarios y medioambientales. En este sentido la EEA destacó que la polución atmosférica de las 10.000 mayores industrias de Europa causó daños a los habitantes y al entorno natural por valor de hasta 169.000 millones de euros en 2009. La mayoría de los costes se derivaron de las emisiones industriales de dióxido de carbono.

Estos no son los últimos datos negativos sobre el medio ambiente en la comarca. La calidad del aire en el concejo de Avilés es la peor de Asturias. Además, incumple los valores límite establecidos por la legislación europea y no se acerca, ni de lejos, a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así se desprende de las mediciones realizadas en las estaciones de control de la Red Ambiental del Principado instaladas en las estaciones del matadero (Las Arobias), Llaranes, Llano Ponte y la plaza de la Guitarra hechas públicas por los ecologistas.