No hay derecho a especialista en cardiopatía( FIBROMIALGIA)

Mi madre lleva muchos años padeciendo una cardiopatía severa, la han operado tres veces y tiene tres válvulas artificiales. La causa de su enfermedad no es otra que las duras condiciones de vida de la posguerra: el frío, el hambre y el trabajo infantil le causaron una dolencia reumática que derivó en su actual cardiopatía.

Por si eso fuera poco, en los años 80 mi madre contrajo el virus de la hepatitis C en una transfusión de sangre en el Hospital de Bellvitge. A raíz de todas estas circunstancias, mi madre se ve sometida a una gran variedad de tratamientos médicos para que su calidad de vida sea tolerable.

En la actualidad, ocurre que las puertas de los doctores que la atendían se le cierran en las narices y le dicen que para tratar su grave enfermedad se dirija a un médico de cabecera; le han anulado las visitas de especialistas en reumatología y cardiología. La guinda del pastel llegó hace poco: a causa del reuma (que afecta gravemente al corazón) sus manos se están deformando y le dan dolores muy agudos.

El cardiólogo especifica en un informe que debe ser tratada con urgencia por un reumatólogo y que debe descartarse la fibromialgia. Días después, recibimos en casa una carta en la que se nos informa de que no procede su visita en reumatología y que se dirija a su médico de familia si tiene algún problema.

Ante esta clara contradicción entre lo que recomienda el cardiólogo y lo que ofrece el sistema sanitario, reclamamos al Hospital de Bellvitge para intentar que la visitaran en reumatología.

Nos contestó la jefa de la ¿unidad de atención al usuario y de apoyo a la gestión administrativa asistencial¿ (¿no tenían títulos más cortos?), especificando que no existe unidad de fibromialgia en el Hospital de Bellvitge.

¿Ha leído esta señora nuestra reclamación? Por varias fuentes, nos ha llegado la información de que esta es la situación actual de la sanidad catalana y que esto es fruto de los recortes actuales.

Al parecer, estos recortes afectan, incluso, a la capacidad de leer con atención y responder adecuadamente a las reclamaciones de los ciudadanos. No disponemos de recursos económicos para visitarla en la sanidad privada. Nunca imaginé que esto ocurriría.

En los años 80 mi madre recibía mejor atención médica de la que dispone en la actualidad y entonces no nos considerábamos una potencia económica. Los responsables de la sanidad de la Generalitat aparecen constantemente en los medios asegurándonos que los recortes no influirán negativamente en la calidad de la atención.

No solo recortan la asistencia, sino que mienten. De lo que sí que estoy convencida es de que si el señor Artur Mas tiene problemas, podrá tratar a su familia en la medicina privada, y en caso necesario, podrá conseguir que le abran uno de esos quirófanos que han cerrado y le operen por la tarde.