HE PERDIDO UN TÍO , HE GANADO UN ANGEL ,GIJÓN DE LUTO-MARIFÉ

A sus 87 años, tenía la medalla de oro de la entidad olayista tras 28 años como entrenadorEl Santa Olaya vive momentos de duelo tras la noticia del fallecimiento, ayer por la tarde, de uno de sus personajes más históricos: Adolfo Carbajosa. El que fuera primer técnico del equipo de natación olayista murió ayer, a los 87 años, dejando tras de sí una profunda huella en la entidad. Su funeral tendrá lugar hoy, a las 17 horas, en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima.

Carbajosa fue historia viva del club, con quien inició relaciones desde su fundación en 1953 en la piscina del Pedreru. Natural de Gijón y del Natahoyo, fue condecorado con la Medalla de Oro de la entidad al cumplir los 50 años de socio. No en vano, su carnet era el número 12. Siempre destacó por sus labores pedagógicas, ya desde que comenzase a practicar el salto de trampolín en la piscina natural de su barrio, donde enseñaba a los críos a nadar. Su carrera como entrenador olayista se alargó 28 años e importantes nadadores pasaron por sus manos. Ellos siempre le recordarán por su maestría en la enseñanza de la natación, así como de los valores humanos.

El Santa Olaya y el deporte gijonés, en general, está de luto. Adolfo Carbajosa, uno de los grandes símbolos deportivos de la ciudad, falleció ayer a los 87 años de edad. Técnico del equipo olayista desde 1953 y durante tres décadas, fue para muchos, además de entrenador, un auténtico padre. Comenzó su labor en los primeros años de la entidad fabril y, sin piscina, fue capaz de crear la primera escuela, en la que se consagró con el paso de los años. Carbajosa forjó la trayectoria de nadadores como Paquita Castro, Chus Balbín y Victoria Maclanda, entre otros, y numerosos fueron los jóvenes que recibieron los sabios consejos de este maestro de la natación, para el que, por encima del aspecto deportivo, estaba la formación como persona. Socio número 12 y medalla honorífica de oro del Santa Olaya, contribuyó a la creación del club ubicado en Torrecoroña y formó parte de aquellos pioneros que comenzaron a construirlo en 1959, casi con sus propias manos, con la primera piscina en el pedrero del Santa Olaya, donde su filosofía de entender la natación aún perdura.
El funeral se celebrará hoy, a las cinco de la tarde, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Fátima, donde, a buen seguro, el deporte de la ciudad le tributará su último homenaje.

Este reconocimiento nace del interés de Iniciativas deportivo culturales con todo lo relacionado con diversos aspectos de la vida de La Calzada. El premiado con este reconocimiento recogerá la escultura en una gala que tuvo lugar en el Ateneo de La Calzada en el mes de marzo de 2004. al técnico del equipo de natación del Santa Olaya, Adolfo Carbajosa.

Si por montañas Asturias es la Suiza de España, Gijón es, sin duda, su capital, como lo atestiguan los numerosos grupos montañeros enraizados en la villa desde hace muchos años. Uno de ellos, registrado el 12 de marzo de 1985 con el nombre de Agrupación Básica de Montaña La Peñuca, celebra ahora sus bodas de plata con 268 socios en activo y un programa de salidas semanales que sólo se interrumpe en agosto y en las fiestas navideñas.

Los antecedentes de este grupo montañero, en cuyos archivos están registrados algo más de mil socios desde que comenzó a caminar por sendas, caleyes y montes, tuvo su origen en un grupo de gijoneses que salían al monte con el programa municipal «Recreo en la Naturaleza». Fue en julio de 1984 cuando Mariano de la Puente, Vicente Aguinaga, Adolfo Carbajosa y Desiderio (Siri) Canal, entre otros, pusieron en marcha el grupo montañero, que el próximo día 24 de abril celebrará su vigésimo quinto aniversario con un almuerzo, que tendrá lugar, a las dos de la tarde, en el restaurante Savannah. Las personas interesadas en acudir pueden inscribirse, hasta el próximo día 21, telefoneando al número 618899300.

En sus veinticinco años de existencia La Peñuca ha tenido seis presidentes: los dos primeros, ya fallecidos, fueron Mariano de la Puente y Florentino Braña. Luego les siguieron José Manuel Rojo Alonso, Alejandro Saras Fernández, José Montero Jiménez y José Luis Alonso Suárez.

Los cuatro, reunidos ayer en la sede social del club, tienen muy claro que por muchas veces que se suba al monte, en Asturias «siempre hay algo nuevo que ver, una montaña que subir por otra parte y, sobre todo, está el paisaje cambiante con cada estación del año», opina José Montero. Por su parte, el cuarto presidente de La Peñuca, Alejandro Saras, recomienda «a los que tienen entre cuarenta y cincuenta años que se animen» a caminar por las sendas asturianas, «es la edad ideal, cuando todavía hay fuerzas y ya tienes prudencia».

Con las cuotas de los socios, la venta de lotería de Navidad y la subvención anual del Ayuntamiento de Gijón este grupo montañero, como el resto, sale adelante. «Sin la ayuda económica municipal sería imposible», reconoce José Luis Alonso, el último presidente de La Peñuca, que ahora está en manos de una junta gestora hasta la convocatoria de elecciones. «Somos pocos socios, y eso es bueno, ya que en clubes con muchos puede haber personas que quieran protagonismo», afirma, por su lado, José Montero.

En cuanto al nombre del club, el tercer presidente, José Manuel Rojo, explica: «Fue una ocurrencia de un socio, y nos pareció bien, aunque los hubo que opinaban que era un poco despectivo, pero en Cantabria "peñuca" es un término cariñoso, y así quedó».

Pero los años pasan y si antes «llevábamos dos autocares en cada excursión, ahora sólo va uno», señala Alejandro Saras, quien insiste en su recomendación de «subir al monte» como terapia y «para ver la vida de cerca con cada estación». Feliz cumpleaños.