Me presento, desde Argentina

Hola a tod@s los fibroamigos unidos. Entré en el foro un poco por casualidad, hace un par de días y la verdad es que me siento muy bien aquí. Mi historia, brevemente, es la siguiente: Soy española y a los 19 años un médico me diagnosticó "astenia" y, como único tratamiento, me ordenó "ajo y agua" (a joderse y a aguantarse). Pasó el tiempo con el ajo y el agua conmigo a todos lados y, a la edad de 24 años, conocí a un muchacho argentino en la universidad; nos casamos y nos vinimos a Argentina... siempre con el ajo y el agua a cuestas. Mi condición fue empeorando progresivamente, pero el ajo y el agua hicieron que pasara por varios trabajos en los que siempre ponía lo mejor de mí para poder salir adelante, aunque eso hiciera que mi casa fuera un completo desorden; con tres hijos, un marido que trabajaba de la mañana a la noche y la "astenia" a cuestas, realmente me resultaba muy difícil pasar el día. Finalmente, conseguí entrar a trabajar en el Poder Judicial de la provincia del Neuquén y, al poco tiempo, mis crisis de dolor fueron empeorando de forma geométrica... hasta que un día me desmayé en el trabajo a causa del dolor. Se sucedieron las licencias por enfermedad, pero sin un diagnóstico firme. Finalmente, el médico forense de la circunscripición en la que trabajaba me dijo que tenía "Fibromialgia"... Me recetó antidepresivos y analgésicos. Mi peso subió rápidamente hasta llegar a los 100 Kgs. Me derivó a un reumatólogo que me dijo, lisa y llanamente, que la fibromialgia no existe y que él no medicaba para eso: que me aguantara con el dolor o fuera a ver a un psicólogo. En un foro argentino, me entero de que el antidepresivo que estaba tomando tenía ese efecto. Ya cansada de mi obesidad y de mi dolor, me fui a ver a una psiquiatra para que evaluara mi medicación, y de allí salí con una licencia por enfermedad por 75 días, la que posteriormente se fueron sumando hasta llegar hoy ya a los tres años sin trabajo. He iniciado, a pedido de la Junta Médica del Poder Judicial de la provincia, el trámite de jubilación por invalidez, pero en una primera junta médica, me la han rechazado. Ahora tengo que apelar y, si es necesario, inciar juicio. Para todo esto, hace ya un mes que no cobro ningún tipo de salario.
Muchas gracias a Anusi, con la que estoy en contacto, por el apoyo emocional que me está dando.
Gracias a tod@s por estar aquí.
Pepa.

MUCHO ANIMO PEPA COMO BIEN DICES BUESTRA EBFERMEDAD ES UN CALVARIO EN TODOS LOS APECTOS YO TAMBIEN PERDI VARIOS TRABAJOS SIENTO TU SITUACION PARO DEBES DE SEGUIR LUCHANDO QUE TE DEN LO QUE TE MERECES ANIMO Y UN BESO

¡Mil gracias, Amparini! No voy a bajar los brazos. Los burrócratas juegan con las necesidades económicas de la gente para meter miedo y hacer que volvamos a trabajar cuando no podemos ni con nuestra alma. De cualquier manera, es un falso dilema: si me obligan a elegir entre el trabajo y mi salud, no hay elección posible, la salud es siempre lo primero. Si no he renunciado ya a mi trabajo y al derecho que como trabajadora me corresponde (una jubilación digna) ha sido porque la psiquiatra que me atiende y la poca gente que me cree me ha insistido en que no lo hiciera. Esto es muy difícil para mí; a veces no tengo fuerza ni para imaginar la lucha que se me viene ahora (apelación y posible juicio). Además, a pesar de todo el dolor que siento y de la angustia y depresión que llevo encima, quiero seguir viviendo... y para eso, necesito dinero. Si estuviera con buenas condiciones de salud, este problema no se me hubiera planteado nunca, pero aquí estoy, como much@s de nosotros: enfrentando con la fuerza que no tenemos a todo un sistema hecho a la medida para ignorar lo que le conviene.
Un beso.