Juegos sexuales Los juegos eróticos existen desde los primeros tiempos del hombre. Y lo único de malo que hay en ellos es realizarlos con culpa, y no dejarse llevar por los sentimientos y sensaciones. Como decimos siempre, el sexo es natural, sano y necesario para una buena vida. En pareja,
los juegos sexuales pueden ser una buena herramienta para redescubrir el placer, para darle una nueva buena vida al sexo y para encontrar nuevas efectos de goce. Lo ideal es utilizar la
imaginación y tratar, en lo posible, de cumplir las fantasías más escondidas. Pero, como también siempre decimos, es fundamental la opinión de tu pareja.
Juegos sexuales
Terra
Para que puedan disfrutar los dos del sexo sin tapujos ni inhibiciones,
primero deben platicar el tema, sin reprimir los deseos y fantasías propias y ajenas. Debes tener en cuenta tu placer, pero principalmente
el placer de tu pareja. Si ambos pueden ponerse de acuerdo en esto, adelante con los juegos sexuales.
Comer un yogurt con tu pareja puede convertirse en todo un placer, ¿tu no crees? Retira muy lentamente la tapa, mientras recuerdas a tu pareja que no tienes cuchara para comerte el yogurt, desnúdala, y utiliza su cuerpo como receptor de pequeñas cantidades de yogurt que irás comiéndote poco a poco.
Ofrécele pequeñas cantidades con tu boca. Utiliza el yogurt sobre todo
sus principales zonas erógenas (¿Qué no sabes cuáles son? ¡Pregúntale!) Cuando termines, puede proponerle que ahora te utilice a ti como cuchara.
Hacer el amor en habitación con espejos es una muy buena forma de captar gestos, movimientos y distintos ángulos de tu pareja que
antes no tenías vistos. Además, los espejos aportan un condimento especial, que no hay porqué dejar de lado: el
voyeurismo.
También puedes imaginar que estás actuando frente al público, o que es otra personal que los está mirando. Las posibilidades son maravillosas para las parejas más exhibicionistas. Si te cuesta verte haciendo el amor frente al espejo, puedes probar
ponerte una máscara, de esta forma el anonimato te permitirá alcanzar nuevas sensaciones de erotismo sin inhibiciones. Total, el que está haciendo esas cosas no eres tu, sino el de la máscara.
- Nuestro amo juega al esclavo
Para muchos hombres y mujeres resulta sumamente excitante tumbarse y dejar al otro el control total de la situación sexual. Puedes interpretar el papel de amo, mientras ella hace de esclava, o viceversa.
En estos juegos, como en toda actuación, es
importante la correcta interpretación de tu papel. Si eres el amo, debes mostrarte inflexible, creando un ambiente de suspenso y dejando claro que eres el que manda y ella está indefensa, a tu merced.
Tápale los ojos y átale las manos con una cuerda
suave, hazle saber que tiene que estarse quieto. Una vez a tu merced, aumenta su excitación: tócala, bésala, acaríciala. Cuando ella esté a punto, desátala y ordénale que te desnude lentamente, siguiendo constantemente tus instrucciones. Si lo hace mal, le castigarás con unos azotes. Si lo hace bien,
la recompensa será sexo, pero del bueno.
Aclaración: Los juegos de sumisión, mezclados con una poco de cambios de identidad, pueden ser maravillosos y plenos de buen sexo. Pero, para evitar que la situación cruce una línea de violencia no querida, es bueno que de antemano, la pareja fije una
palabra clave, con la que ambos sabrán que el juego terminó.
Prepara una bandeja con frutas, acompañándola con un delicioso vino muy frío (blanco. Nada de vinos rojos en el refrigerador, por favor). Podéis turnaros para daros de comer.
Dedícate a comer y chupar el vino del cuerpo de tu pareja, puedes hacerlo con largos lametones con la lengua. Existen muchas variantes, puedes también "pintar" el cuerpo de tu pareja con nata o miel, extendiéndola con movimientos lentos y sensuales por los pezones, abdomen o la zona genital.
También puedes colocar fruta cerca de los genitales de tu pareja y comértela lentamente, de forma provocadora, tocando la zona genital con la lengua.
Hasta aquí, algunos consejos para mejorar el sexo mediante algunos jueguitos. El resto, es imaginación.