Marifé FUNDADORA DE FIBROAMIGOSUNIDOS.COM -WEBMASTER-GRUPO DE APOYO-REIVINDICACIONES-ACTIVISTA
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| Tema: CÓMO PREVENIR LA DEPRESIÓN Sáb Mayo 24, 2008 12:50 am | |
| CÓMO PREVENIR LA DEPRESIÓN La depresión es un trastorno clínico que se origina cuando, tras repetidos intentos por superar una situación que nos supone una grave pérdida (de salud, bienestar, trabajo, etc.), la persona se ve incapaz para encontrar la solución adecuada. No se trata de un trastorno que normalmente nos afecte de improviso, de un día para otro, sino que suele irse desarrollando poco a poco, comenzando con una bajada en el estado de ánimo, es decir con un sentimiento de tristeza, pérdida de las ganas de luchar y la apetencia por realizar actividades (incluso las más agradables) y un incremento de los pensamientos negativos. El problema es que, si no se controla adecuadamente esta bajada en el estado de ánimo, puede acabar por desarrollarse un trastorno de depresión que, tal como vimos en el esquema de la Figura 1, afecta negativamente tanto al dolor como a los demás síntomas de la fibromialgia. Si usted padece ya un problema de depresión, le aconsejamos que siga las pautas del profesional que le esté atendiendo (psiquiatra, médico de cabecera o psicólogo). De todos modos, las estrategias que se comentarán a continuación pueden también serle de utilidad ya que tienen como objetivo, precisamente, combatir el estado de ánimo depresivo por lo que ayudan a prevenir y/o mejorar la depresión. Dos son los factores que más influyen en ese camino hacia la depresión: por una parte una actitud de pasividad que suele suponer el abandono de las actividades, sobre todo de las gratificantes, y por otra la tendencia a ver y valorar de forma negativa todo lo que nos rodea, permitiendo que toda nuestra vida gire en torno al dolor. Vamos en primer lugar a ocuparnos de la pasividad y en el próximo apartado abordaremos el tema de los pensamientos negativos y la focalización de la atención. El padecimiento de la fibromialgia con cierta frecuencia afecta tanto al tipo como a la cantidad de actividades que se realizan. El problema es que, al dejar de hacer ciertas actividades, sobre todo aquellas que antes nos resultaban gratificantes, dejamos de tener muchas de las compensaciones (satisfacción personal, agradecimiento de los otros, etc.) que todos necesitamos para vivir felices. Esta pérdida de satisfacción suele producir un sentimiento de tristeza, junto a pensamientos negativos (de culpa, inutilidad, etc.) precisamente por lo que hemos dejado de hacer. Por tanto, la primera de las estrategias para mejorar el estado de ánimo es la realización de actividades gratificantes. Cuando hablamos de actividades gratificantes nos referimos a aquellas actividades que siempre nos han gustado, que nos resultan agradables, entretenidas, divertidas, placenteras. Pueden ser actividades que hemos abandonado por culpa del trastorno, o bien aquellas otras que, aunque están a nuestro alcance y nos gustaría realizarlas, no nos decidimos a iniciar por miedo a que puedan empeorar nuestros síntomas, o simplemente porque nos encontramos tristes y sin ganas de hacer nada en especial. Es un hecho comprobado que, cuando se está triste y deprimido, se pierdan las ganas y el interés por realizar actividades que antes nos resultaban gratificantes. También está comprobado que el abandono o la disminución de las actividades agradables fomenta el aburrimiento e incrementa, a su vez, la depresión. Y, como usted ya conoce, al aumentar la depresión, disminuye nuestra capacidad para soportar el dolor y enfrentarse al él. Éste es uno de los puntos por los que se puede romper el círculo vicioso entre depresión y dolor: aumentando cada día el número de actividades placenteras que realiza. No tienen que ser actividades complejas o que cuesten mucho esfuerzo o tiempo, sino cualquier tarea o actividad que antes nos resultaba agradable , aunque ahora nos cueste mucho más hacerla. No se preocupe si el agrado conseguido con esa actividad ahora es menor, eso es normal al principio. Poco a poco irá comprobando que, aunque le cueste mucho esfuerzo hacer algo, la satisfacción vuelve a ser similar a la de antes, e incluso (cuando aprenda a valorar sus logros) hasta mayor. Las actividades agradables a recuperar y/o fomentar puede ser: • Cualquier actividad que antes le gustaba y que ha abandonado por culpa de la fibromialgia. Un ejemplo representativo de este tipo de actividad es ir al baile. Los pacientes de fibromialgia amantes del baile suelen quejarse (en tono depresivo) de que ahora les resulta imposible bailar como antes. Este hecho, aun siendo cierto en muchos casos, no impide el que ahora sigan pudiendo acudir al baile a disfrutar con el ambiente: oír música, ver cómo otros bailan, disfrutar de la compañía de la pareja o amigos, tomar unas copas o refrescos juntos, e incluso bailar algunas piezas más lentas o más espaciadas, descansando entre ellas.• Pequeñas actividades agradables que, aunque están a su alcance, no se decide a iniciar por miedo a que puedan empeorar sus síntomas, o simplemente porque se encuentra triste. Le aconsejamos que busque en su vida ejemplos de estas pequeñas actividades que pueden alegrar su día a día. Es importante es que cada persona encuentre las actividades más apropiadas a sus condiciones de vida y, además, que sepa medir y racionar sus fuerzas, ya que la fatiga y el agotamiento son problemas muy frecuentes en la fibromialgia. | |
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