Anablue MODERADORA GLOBAL
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| Tema: *El Burnout o síndrome de quemarse en el trabajo* Dom Mayo 18, 2008 11:17 am | |
| El Burnout o síndrome de quemarse en el trabajoSuele considerarse el inicio del estudio del burnout en el año 1974, cuando Herbert Freudenberger empieza a dedicarse a este tema. Desde entonces, este concepto se ha desarrollado y expandido con mucha velocidad. ¿Quién no ha oído a algún compañero o se ha sentido alguna vez “quemado” en el trabajo?
Sin embargo, el burnout es algo más que un concepto psicológico de moda. Constituye un área de estudio muy desarrollada en congresos científicos y una preocupación grande en servicios de salud y departamentos de RR.HH.
Popularmente se iguala burnout a estrés laboral. Pero, en realidad, es fácil distinguir estos dos conceptos.
El estrés laboral, como cualquier tipo de estrés, surge cuando nuestras demandas exceden a los recursos de los que disponemos para hacerles frente. Es decir, cuando nos sentidos sobrepasados, desbordados por las tareas que hemos de realizar (ya sea porque nos lo piden los clientes, los jefes, los compañeros, o bien, porque nos lo pedimos nosotros mismos).
La buena noticia es que estar estresados de forma temporal no nos afectará forma grave.
Al contrario, al hablar de burnout estamos aludiendo a una realidad más compleja y problemática que la del estrés laboral. El burnout aparece en profesiones en las que se tiene que tratar estrechamente con otras personas (personal docente, sanitario, trabajadores de servicios sociales, etcétera).
El burnout tendría tres dimensiones básicas: el agotamiento emocional, la despersonalización y la baja realización personal.
El agotamiento emocional se caracteriza por el tedio, la pérdida del atractivo y el disgusto hacia las tareas que se han de realizar.
La despersonalización consiste en la falta de interés, la racionalización burda de los problemas ajenos, la falta de empatía, e incluso, el culpar a las personas que atendemos de todos sus males.
La baja realización personal en el trabajo incluye valorar que el trabajo que uno realiza no merece la pena, no tiene sentido, también el pensar que las cosas van mal en la institución en la que se trabaja y esas cosas no van a cambiar nunca; por último, surge el deseo de abandonar esa situación: salir de esa empresa, o incluso cambiar de profesión. Algunas diferencias entre estrés laboral y burnout. El burnout aparece a largo plazo, mientras que el estrés puede aparecer antes. El burnout tiene un carácter crónico, no sólo en los “picos” de intensidad del trabajo.
El burnout tiene componentes depresivos, puede aparecer tristeza, en el caso del estrés los afectados hablan, más bien, de “nervios”.
El estrés puede tener tanto efectos positivos (anima a esforzarse por acabar con el problema) como negativos. El burnout tiene sólo efectos negativos, tanto para la persona que lo sufre como también para las personas con las que trabaja.
También son diferentes las circunstancias antecedentes, es necesario que existan altas expectativas previas en el caso de Burnout, pero no en el del estrés. Las personas que más se esfuerzan son más vulnerables a “quemarse”.
El burnout no disminuye con las vacaciones, sí lo hace el estrés.
Sobre las causas, el burnout tiene que ver con variables personales, y organizacionales:
Variables personales: cómo se plantea la persona sus objetivos laborales y personales (el perfeccionismo), cómo organiza su tiempo de trabajo o de ocio.
Variables organizacionales: las características de su trabajo, la cantidad de supervisión y apoyo que se recibe por parte de otras personas, el nivel de participación en las decisiones e incluso las condiciones ambientales y físicas del lugar en el que se trabaja.
Por último, un mensaje esperanzador: si hemos detectado la presencia de burnout podemos intervenir sobre el mismo. Existen teorías y técnicas para hacer nuestros lugares y tareas de trabajo más amigables, y es posible cambiar nuestra manera de asumir las responsabilidades laborales.
Son especialmente útiles las intervenciones congnitivas basadas en Terapia Racional Emotiva, puede consultarse sobre ellas a un psicólogo de orientación cognitivo-conductual. También es útil la programación y balance del tiempo ocio, de actividades cotidianas, y laboral. Puede, de igual forma, solicitarse apoyo a un profesional, es más difícil de lo que parece gestionar el tiempo.
El trabajo es y puede ser para muchas personas un área de desarrollo humano. | |
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