Investigadores de la Universidad de Granada descubren un método para diagnosticar fibromialgia y mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
"La prueba es sencilla, rápida y no invasiva para el sujeto". Así describe José María Heredia, del Departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada, el método que ha dado a conocer a través de su tesis doctoral y con el que afirma que se puede diagnosticar la fibromialgia.
Según el estudio, los pacientes con fibromialgia, de etiología desconocida y tratamiento, sobre todo, sintomático, pueden tener una mejora en su calidad de vida a través de una terapia multidisciplinar. El descubrimiento se basa en que la actividad física mejora las alteraciones causadas en los parámetros de locomoción debido a la enfermedad, pero los investigadores todavía no han podido determinar qué modalidades son las mejores, ya que el trabajo sigue en marcha.
Los participantes están divididos en varios grupos que desarrollan tipos de ejercicios distintos (unos abordan el tema con un enfoque multidisciplinar -que incluye terapias, charlas sobre la enfermedad, etc-, otros realizan Tai-Chi y otros practican biodanza). "En general, se observa un aumento de la calidad de vida, pero aún no podría concretar qué tipo de actividad física es la más beneficiosa", advierte Heredia.
En su opinión, este avance se deriva fundamentalmente de la reducción del dolor, así como de la mejora de otros aspectos psicosociales, tales como su estado de ánimo o sus relaciones personales. Se trata de algo muy importante puesto que, tal y como explica el especialista, "los enfermos de fibromialgia tienen muy mermada su calidad de vida".
Diagnóstico a través del modo de caminar de un paciente
La investigación esboza un método para diagnosticar la fibromialgia basado en la forma de caminar del enfermo. La prueba consiste en que el paciente avance sobre una alfombra que registra los parámetros cinemáticos de la locomoción, así como la presión plantar al andar.
Según Heredia, algunas de las alteraciones son: una velocidad menor, pasos más cortos y menos frecuentes (en mujeres), una disminución en la fase del apoyo monopodal y, en consecuencia, un aumento de la fase bipodal "debido al dolor, la fatiga y la incomodidad que presentan al caminar".
El equipo también encontró en estos sujetos variabilidad en la marcha, mayor asimetría al andar y una peor coordinación bilateral. En general, aquellos individuos que presentaban peores valores de locomoción eran los más afectados por la enfermedad.
Los resultados del estudio también revelaban algunas diferencias entre hombres y mujeres, puesto que, en ellos, los niveles de significación de estas alteraciones eran menores.
¿Una alternativa a la polimedicación?
El hecho de que el tratamiento para la fibromialgia sea, sobre todo, sintomático, provoca que haya pacientes polimedicados. Ante la cuestión de si este método podría actuar como sustitutivo del consumo excesivo de fármacos, Heredia se muestra prudente: "No me atrevería a decir que las terapias alternativas son el sustituto de las farmacológicas, creo que ambas terapias son un fuerte potencial para mejorar la calidad de vida de estos pacientes".
"Quizás el problema no sea la polimedicación, sino la detección correcta y temprana de la enfermedad", añade, haciendo referencia al tiempo de espera por el que suelen pasar los enfermos antes de que se les de un diagnóstico claro.
Fuente: Pulsa aquí.