Anablue MODERADORA GLOBAL
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| Tema: *Ingestas recomendadas de energía y nutrientes* Sáb Mayo 17, 2008 4:24 am | |
| El organismo humano, necesita ingerir una cierta cantidad de energía y nutrientes para mantener la vida y la salud, que obtiene a partir de los alimentos que consume.La falta o el exceso de cualquiera de estos componentes, provocará alteraciones en el organismo, y conducirá a la aparición de enfermedades.Por tanto, de los alimentos que compongan nuestra dieta y de su proporción en ella, dependerán los aportes de energía y nutrientes, y, en consecuencia, nuestro estado nutritivo y nuestra salud. Ahora bien, para poder conocer los alimentos y la proporción en la que los debemos consumir, primeramente deberemos saber las cantidades de energía y nutrientes que necesita ingerir nuestro organismo.
Con esta finalidad, surgen las ingestas recomendadas, que representan “las cantidades de energía y nutrientes que es necesario ingerir para conseguir y mantener un estado nutricional óptimo, evitando las enfermedades por carencia y ayudando a prevenir otras cuya aparición parece estar, al menos en parte, condicionada por la dieta”.
Estas cifras, se representan en unas tablas, que cada país elabora, teniendo en cuenta las particularidades de su población. Las ingestas recomendadas de energía y nutrientes para la población española se muestran en la tabla 1 (Ingestas diarias recomendadas).
En ella, se observa como estas cantidades se establecen, para los distintos grupos de edad, (ya que existen peculiaridades fisiológicas que hacen que en cada edad se necesite ingerir una cantidad diferente de energía y nutrientes), sexo (a partir de los 10 años de edad, que es cuando aparecen diferencias entre niños y niñas en cuanto al desarrollo y composición corporal.
Por ejemplo, a partir de esta edad y durante toda la edad fértil, las chicas necesitan ingerir mayor cantidad de hierro que los chicos para contrarrestar las pérdidas del mineral producidas durante la menstruación), nivel de actividad (que modifica principalmente las necesidades de energía) y, en el caso de la mujer, estado fisiológico (gestación o lactancia), y para la energía y los distintos nutrientes (proteínas, vitaminas y minerales), teniendo en cuenta para ello, los conocimientos científicos más recientes.
Utilidad de las Ingestas recomendadas
La utilidad de estas tablas es muy diversa, aunque en general, tienen un carácter más profesional que poblacional.
Para los profesionales de la nutrición, las ingestas recomendadas, son un instrumento imprescindible para poder valorar la adecuación o inadecuación de las dietas ya sean de individuos o de colectivos (cuanto más por debajo esté la ingesta real de la recomendada, mayor riesgo de déficit), y poder planificar pautas de mejora (incluir en la dieta deficitaria alimentos cuyo consumo en una determinada cantidad sirva para cubrir las ingestas recomendadas de un determinado nutriente). Además, el poder conocer cuales son los principales problemas nutricionales de los diferentes grupos de población (los déficit nutricionales más frecuentes en esos colectivos), les ofrece la posibilidad de diseñar, a partir de estos hallazgos, programas de educación nutricional, en los que se difunda que nutrientes cabe cuidar especialmente en cada etapa de la vida.
Por otra parte, as ingestas recomendadas, son también la base para elaborar las guías alimentarias, pautas que orientan a la población, sobre el consumo de alimentos (expresado en número de raciones/día), que permite cubrir, de una forma fácil y práctica, las ingestas recomendadas y los objetivos nutricionales de un grupo de población (niños, ancianos, adultos, etc.).
Tabla de Ingestas recomendadas
Dado el carácter eminentemente práctico de las tablas de ingestas recomendadas, al emplearlas, es necesario tener en cuenta algunos aspectos que se comentan a continuación:
Son específicas para un país determinado. Cada país debe elaborar sus propias tablas, ya que aunque no suelen existir grandes diferencias cuantitativas entre ellas, siempre hay matices que recogen las particularidades de cada población.
Las cantidades indicadas en las tablas, se refieren a personas sanas, que no fuman, ni consumen alcohol o fármacos habitualmente, puesto que algunas patologías, o el consumo habitual de tabaco, alcohol o algunos fármacos, pueden demandar una cantidad diferente de algunos nutrientes. Ejemplos típicos son las interacciones entre algunos anticonvulsivantes y el ácido fólico o la interacción entre vitamina C y tabaco, que hace que los fumadores necesiten ingerir mayores cantidades de vitamina C que las expresadas en las tablas.
Los valores que aparecen en ellas, solo son aplicables a personas de peso y talla medios, ya que la cantidad de energía (para mantener el peso) y de otros nutrientes, que necesita el organismo varía en función del peso.
Para conocer, de un modo más exacto, las ingestas recomendadas de energía se debe calcular, en primer lugar, el gasto metabólico basal a partir de las ecuaciones propuestas (que difieren en función de la edad y sexo del individuo), multiplicando después, este valor, por un coeficiente de actividad, en función de que la actividad dominante realizada a lo largo del día sea ligera, moderada o activa.
La ingesta recomendada de las vitaminas B1, B2 y B6, se establece en función de la ingesta recomendada de energía, concretamente 0,4 mg/1000 Kcal., 0,6 mg/1000 Kcal. y 6,6 mg/100 Kcal., respectivamente, debido a su participación en el metabolismo energético. Este hecho, obliga a recalcular las recomendaciones de estas vitaminas en personas cuyas necesidades de energía difieran de las expresadas en estas tablas.
Todas las ingestas recomendadas (tanto de energía como de los diversos nutrientes), se expresan en cantidad a ingerir por persona y día, (por ejemplo, la cantidad de vitamina C que debe ingerir un varón de 41 años de edad es de 60 mg al día). Esto no quiere decir, en cambio, que sea estrictamente necesario ingerir esa cantidad todos los días, sino que bastará con que la ingesta media de una serie de días (en torno a 10 o 15) cubra la cantidad.
En principio, las cantidades de energía y nutrientes expresadas en las tablas de ingestas recomendadas, son cantidades a cubrir de forma exclusiva a partir de los alimentos que componen la dieta, y no a través del consumo de suplementos, ya que existen componentes de los alimentos con efectos probados en la salud (como por ejemplo el licopeno), para los cuales todavía no existen suficientes conocimientos como para establecer recomendaciones, y cuya ingesta sólo se podrá lograr con la dieta. Sin embargo, estos aportes pueden ser útiles cuando sea imposible cubrir las necesidades solo a partir del consumo de alimentos, como ocurre, por ejemplo, en el caso de las mujeres en edad fértil, a las que se recomienda suplementar la dieta con 400 microgramos/día de ácido fólico para prevenir malformaciones congénitas en los descendientes. ¿Qué son los objetivos nutricionales? En general, los objetivos nutricionales son pautas que orientan sobre como debe ser la ingesta de algunos componentes de nuestra dieta que no están incluidos en las ingestas recomendadas (por ejemplo, grasas, hidratos de carbono, fibra o alcohol), pero cuya proporción en la dieta puede incidir en la salud, aunque a veces, solo son una alternativa a estas, teniendo en cuenta los hábitos alimentarios de la población (como en el caso de las proteínas, cuya ingesta real en las poblaciones desarrolladas excede con mucho las ingestas recomendadas y para la cual en estas recomendaciones se da un margen de ingesta mayor). Además, incluyen algunas relaciones entre nutrientes (relación calcio: fósforo) cuya proporción en la dieta puede incidir en la salud (una ingesta de fósforo superior a la de calcio, favorece la desmineralización ósea incluso en situaciones en las que la dieta cubra la ingesta recomendada de calcio), e incluso, algunas recomendaciones saludables como nivel de actividad física o índice de masa corporal (IMC) deseable.
En cualquier caso, el principal objetivo de estas pautas, es intentar reducir la probabilidad de desarrollar enfermedades degenerativas y/o crónicas (cáncer, enfermedad cardiovascular, etc.) en las que se sabe están implicados estos nutrientes y/o recomendaciones saludables.
A diferencia de las ingestas recomendadas, los objetivos nutricionales suelen marcarse para toda la población y sólo en ocasiones requieren ligeras modificaciones. En la tabla 3 se muestran los objetivos nutricionales para la población española. | |
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