El síndrome de Burn Out

Tema: El síndrome de Burn Out Mar Ene 05, 2010 2:21 pm

El síndrome de Burn Out

Por Areli Gutierrez / Psicóloga de Latbc. RRHH

Te levantas a la misma hora todos los días. A las carreras te arreglas y dejas listas las cosas de casa. Te diriges a tu empleo. Trabajas, trabajas y trabajas. En ocasiones comes y vuelves a trabajar. Regresas a la casa. Convives a medias con tu familia o pareja, ya que generalmente estas actividades ya las habías programado, pues supones que te relajarían. Lees o ves la televisión un poco (pero muy poco), y generalmente dejas de hacerlo “antes de dormir”. Te duermes. Llega aquí el momento que estabas esperando todo el día, ya que creías que durmiendo se te iba a quitar el cansancio. Duermes generalmente bien, incluso más de 8 horas en ocasiones, pero vuelves a levantarte a la misma rutina una y otra vez. En caso de haberte desvelado, ya no importa la hora de acostarte, ya que previamente se había roto la regla “inviolable” de dormirse temprano entre semana.

Llega el fin de semana. Durante toda la semana has programando descansar el fin de semana, ya que te has sentido agotado todos los días; por lo mismo, el descanso no es una satisfacción sino una obligación; al igual que lo es haberte despertado, llegado a tiempo al trabajo y haber concluido los cientos de pendientes diarios. El descanso se vuelve una responsabilidad más, sólo que relacionada con su cuerpo.

La vida de la persona es una rutina a “marchas forzadas”, incluso para descansar.

Te programas para despertarte lo más tarde que te permitan tus actividades. Realizas todo aquello que “no se llama trabajo”, ya que es tu obligación hacerlo el fin de semana; entre semana lo primero es trabajar y lo segundo y último es dormir para descansar. Generalmente no te gusta desvelarte, ya que sabes que vendrá la semana laboral y hay que descansar todo aquello que no podrás descansar entre semana. Cuando llegas a desvelarte lo haces hasta entrada la mañana, creyendo que debes aprovechar la desvelada al máximo, porque no sabes cuándo podrás hacerlo otra vez, ya sea por tanto trabajo o por tanto cansancio.

Domingo por la tarde: Depresión. Se acerca amenazante la semana laboral.

Surge un fuerte sentimiento de impotencia, ya que desde el momento de levantarte ya te sientes cansado. El trabajo no tiene fin y, a pesar de que haces todo para cumplir con los compromisos, el trabajo nunca se termina. Lo que anteriormente era motivo de alegría ahora no lo es. Aun cuando se tiene tiempo, te sientes siempre estresado.

La palabra Burn Out (literalmente, “Quemado”) puede asociarse con populares expresiones como “fundido“, “agotado“, “no doy más“, “tirar la toalla“, y hasta el infantil “yo ya no juego“, aplicado aquí con mayor rigor y sentido de un límite que se ha traspasado y que pone en serio riesgo la integridad física y emocional de las personas.

El Burn Out es una patología severa, relativamente reciente, que está relacionada con el ámbito laboral y el estilo de vida que se lleva. Es un trastorno emocional provocado por el trabajo y conlleva graves consecuencias físicas y psicológicas cuando el fenómeno se somatiza en ansiedad o depresión y dan origen a numerosas bajas laborales.

El síndrome del Burn Out, a veces confundido con estrés laboral, ha sido definido por los especialistas como el nuevo mal del siglo.

El problema surge cuando los horarios no te permiten solucionar todo lo que quieres o que habías idealizado de tu profesión y la realidad no se parece en nada a lo que habías imaginado que era.

Los bajos sueldos, los escasos incentivos profesionales o la pérdida de prestigio social son también factores que propician la aparición del Burn Out.

Las profesiones relacionadas con la salud, la educación o la administración pública suelen ser las que más incidencia reflejan en las estadísticas, porque están en contacto con personas con problemas y suelen ser ellos los que deben solucionar esos problemas. Aún así ninguna profesión esta exenta. La frustración se produce cuando ven que su trabajo no es productivo y sienten que su trabajo es baldío. Según datos recientes entre el 20% y el 30% de los médicos, profesores y policías locales padecen sus síntomas.

En especial padecen del síndrome de Burn Out personas altamente calificadas y comprometidas, en las que los intereses profesionales predominan sobre los intereses personales. Las relaciones personales o matrimoniales padecen las consecuencias, y terminan por romperse. El trabajo es lo más importante en la vida de los afectados. Debido a fracasos profesionales reaccionan sensiblemente y trabajan más.

Se ha encontrado en múltiples investigaciones que el síndrome ataca especialmente cuando el trabajo supera las ocho horas, y la persona no se da tiempo a diario de realizar actividades diferentes al trabajo.

Visto por otras personas, el sujeto que padezca Burn Out aparenta sensibilidad, depresión e insatisfacción.

El síndrome se manifiesta en los siguientes aspectos:

Psicosomáticos: fatiga crónica, frecuentes dolores de cabeza, problemas de sueño, úlceras y otros desórdenes gastrointestinales, cambios en el peso corporal, dolores musculares, etc.

Conductuales: absentismo laboral, abuso de drogas (café, tabaco, alcohol, fármacos, etc.), incapacidad para vivir de forma relajada, superficialidad en el contacto con los demás, comportamientos de alto riesgo, aumento de conductas violentas.

Emocionales: distanciamiento afectivo como forma de protección, aburrimiento y actitud cínica, impaciencia e irritabilidad, sentimiento de omnipotencia, desorientación, incapacidad de concentración, sentimientos depresivos.

En ambiente laboral: deterioro de la capacidad de trabajo, pérdida de la calidad de los servicios que se presta a los clientes, aumento de interacciones hostiles, comunicaciones deficientes.

Medidas de prevención a nivel individual

Darse cuenta a tiempo y pedir ayuda
Flexibilidad ante los cambios
Buscar un equilibrio entre la vida personal y la profesional. Mantener una misión y visión personal alineadas con la misión y visión profesional (es decir, ser más felices con nuestro trabajo)
Realizar ejercicios sencillos de relajación
Fijación de metas y objetivos mensurables y factibles
Trabajar con creencias y paradigmas para flexibilizar nuestros pensamientos

Reflexiona en estos puntos:

Realiza una actividad física que te permita estar en forma. Basta recordar que al menos 30 minutos de caminata diaria ayudan a mantener una adecuada condición física.

Mantén una alimentación balanceada. Lo ideal es incluir un alimento de cada grupo en cada comida (proteínas, carbohidratos, vitaminas, minerales y grasas- sin excederse)

Visita al médico al menos 2 veces al año. Esto incluye desde consultar al médico general hasta los especialistas.

Genera pensamientos positivos acerca de quien eres y que haces. Esto debe convertirse en un hábito que, a la larga, permita ver con optimismo los retos que la vida te presente.

Lee, acude a museos, conciertos o visita sitios de interés. Desarrollar el intelecto con actividades culturales ofrece recursos de creatividad para solucionar los imprevistos, tanto en el trabajo como en la vida cotidiana.

Construye relaciones sanas con las personas que te rodean, mediante una convivencia de respeto y tolerancia con los demás. Una forma comenzar consiste en comunicarse con las personas, expresando lo que se piensa acerca de un tema, sin ocultar la opinión personal al respecto.

Aprende a manejar los conflictos que se te presentan. Dar solución a los problemas en el momento en que suceden es la mejor repuesta ante una crisis.

Al poco tiempo de seguir estos breves consejos, la persona se dará cuenta de que comenzará a descansar sin necesidad de dormir más (incluso durmiendo menos descansará más); trabajará menos y producirá más; querrá y lo querrán más su familia y su pareja. Y, sobre todo, se sentirá descansado y feliz.

¡HAY QUE TRABAJAR PARA VIVIR, Y NO VIVIR PARA TRABAJAR!

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Tema: Re: El síndrome de Burn Out Mar Ene 05, 2010 7:12 pm

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