Uno de cada tres niños que supera un cáncer sufre secuelas

Uno de cada tres niños que supera un cáncer sufre secuelas
L. DERQUI. VALENCIA.

Los nuevos tratamientos han hecho posible que dos de cada tres niños y adolescentes con cáncer superen completamente la enfermedad. A pesar de todo, un 33 por ciento de los que se curan sufren secuelas física, psíquicas o sensoriales que repercute en su posterior incorporación a su vida anterior.
Cada año se diagnostica en la Comunidad Valenciana cerca de un centenar de nuevos casos de cáncer en niños de entre 0 y 14 años. Cuando un niño enferma de cáncer, él y su familia deben hacer frente a una grave dolencia pero también a una serie de repercusiones sociales, por lo que es necesaria una atención integral que incluye atención médica, psicológica, educativa y de apoyo socioeconómico.
La asociación de Padres de Niños con Cáncer ha evaluado el impacto de la enfermedad una vez se recibe el alta y para ello han contado con la ayuda de la Fundación Seur, que ha realizado un estudio donde se destaca que la mitad de los afectados sufren alguna secuela, un 23 por ciento tiene dos, el diez por ciento padece tres tipos de secuelas diferentes y un 17 por ciento más de tres. según destacó ayer el presidente de Aspanion, Jesús María González Marín.
Entre las secuelas físicas destacan atrofias musculares y de cadera o columna, problemas maxilofaciales, amputaciones y cicatrices y fibrosidades debido a los catéteres y operaciones e infertilidad y esterilidad tanto en niños como niñas.
Secuelas psíquicas
Además, el cáncer deja secuelas psíquicas en los menores, que suelen sufrir angustias, miedos y rechazo a los tratamientos, lo que perjudica su resinserción escolar, familiar y social. Por últimos, entre las secuelas sensoriales destaca la sordera y la ceguera lateral y bilateral, según González Marín, quien puso de relieve que sólo el tratamiento de la sordera bilateral (de los dos oídos) está financiada por la sanidad pública, no así la lateral (un solo oído). Asimismo, señaló que estas secuelas impiden a los niños volver a llevar una vida normal en las mismas condiciones que el resto. por lo que pidió «más sensibilidad» a los técnicos, ya que citó el caso de un menor al que le denegaron la minusvalía pese a que le faltaba un ojo pero se la coincidieron porque ese día tenía otitis.
El presidente de Aspanión, reivindicó no sólo más recursos para poder poner en marcha programas de rehabilitación que ayuden a estos menores superar esta secuelas, sino también acercar a los afectados, para evitar de esta forma desplazamientos.