Anablue MODERADORA GLOBAL
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| Tema: *Sistema Nervioso*-Neuralgia del Trigémino. Miér Abr 30, 2008 11:17 am | |
| ¿Qué es? La enfermedad de la Neuralgia del Trigémino es también conocida como tic doloroso, y se caracteriza por la disfunción del nervio trigémino (nervio craneal V), el cual se encarga de conducir la información de la sensibilidad de la cara (dientes, boca, fosas nasales, cuero cabelludo) al cerebro, y también es el nervio motor de la masticación. Consta de tres ramas para realizar estas funciones.
Aunque la causa clara de su disfunción es desconocida, se produce una inflamación muy dolorosa del nervio que ocasiona dolor facial intenso, severo, de tipo lancinante o punzante, generalmente unilateral y recurrente (episodios de breve duración e inicio brusco). Su duración es de algunos segundos a minutos, y a menudo está desencadenado por un estímulo sensitivo (táctil, masticación, cambio de temperatura). El dolor está confinado a la distribución de una o más ramas del nervio trigémino.
En general, puede afectar a los adultos de cualquier edad, pero el trastorno es más frecuente en la gente mayor de 50 años y en las mujeres, y también afecta con más frecuencia el lado derecho de la cara. Como se produce
Aunque las causas de la neuralgia del trigémino no están del todo claras, parece que el dolor se origina por un fenómeno de desmielinización del nervio (pérdida de las células que envuelven y protegen a los nervios), consecuencia de la compresión del nervio y de las fibras sensitivas en algún tramo de su recorrido.
Se ha relacionado con una irritación o compresión de la parte periférica del nervio trigémino, por un vaso (arteria o vena) o un tumor.
Algunas de las etiologías relacionadas con la neuropatía trigeminal son: Sintomatología La neuralgia del trigémino se caracteriza por ataques bruscos de dolor facial o frontal, de 1 segundo a 2 minutos de duración, en la zona o zonas inervadas por el nervio trigémino. Es un dolor intenso, agudo, punzante, referido como pulsaciones eléctricas, que se produce por estimulación de las zonas gatillo (zonas en las que se provoca el dolor al tocar ligeramente diferentes áreas cutáneas de la cara), o por factores desencadenantes como comer, hablar, lavarse la cara o los dientes, afeitarse, etc. No obstante, el dolor también puede presentarse de forma espontánea, y en general no suele quitar el sueño.
La evolución de esta enfermedad depende de si existe alguna otra enfermedad asociada a ella o no, en cuyo primer caso depende de la evolución la enfermedad asociada. En los casos en los que no hay ninguna otra enfermedad asociada (las llamadas neuralgias del trigémino idiopáticas), normalmente tras los brotes iniciales suele haber remisiones que duran meses o años, pero con el paso de los años los episodios de dolor suelen hacerse más frecuentes y duraderos. Diagnóstico El diagnóstico es clínico, por lo que son fundamentales una buena historia clínica y una exploración física detallada, que permita identificar claramente el tipo de dolor y la inexistencia de otras causas.
Es fundamental realizar una buena anamnesis (localización del dolor, momento del comienzo, desencadenantes, intervalos libres de dolor, medicación) y una completa exploración física (evaluación sensitiva facial, reflejo corneal, evaluación de músculos masticadores), que desde el punto de vista neurológico suele ser normal.
Generalmente la mayoría de los pacientes con dolor paroxístico típico no requieren más estudios de imagen, ya que estos suelen ser normales. Sin embargo, los pacientes con dolor facial atípico, bilateral, deberían ser estudiados mediante pruebas como radiografías, escáner, resonancia magnética, angiografías, que permitirán excluir lesiones que pudieran estar comprimiendo el nervio trigémino. También estas pruebas suelen estar indicadas en personas jóvenes, o cuando el paciente no responde al tratamiento farmacológico.
Por otra parte, siempre habrá que hacer un diagnóstico diferencial con otras causas que pudieran estar causando dolor facial, como el dolor de dientes, sinusitis, cefalea, arteritis de la temporal, disfunción de la articulación temporomandibular, etc. Tratamiento La primera opción del tratamiento de la neuralgia del trigémino es la utilización de medicamentos, y la cirugía se emplea si fracasa el tratamiento con fármacos. Cuando el periodo de los episodios de dolor remite, frecuentemente tras 6-12 meses, puede retirarse la medicación. No obstante, la necesidad de mantener el tratamiento más del tiempo anteriormente indicado depende de la severidad del cuadro (frecuencia, intensidad y recurrencia de los brotes), ya que habitualmente suele aumentar el cuadro con el paso del tiempo.
La mayoría de los fármacos efectivos para el tratamiento de la neuralgia del trigémino son los fármacos anticonvulsionantes, en los que es necesario ajustar muy bien las dosis, empezando por dosis bajas y buscando la menor dosis efectiva sin la aparición de efectos secundarios. La retirada del tratamiento también debe ser de forma progresiva.
Algunos de estos fármacos empleados son la carbamacepina (fármaco de primera elección), la gabapentina, la pregabalina, la lamotrigina, la fenitoína o el topiramato. Hay otras medicaciones, también usadas en asociación con las anteriores, como el bacloféno, pimocide o clonazepán, que tienen también valor en el tratamiento.
La cirugía queda reservada para aquellos casos refractarios al tratamiento farmacológico, o cuando los efectos secundarios de la medicación son importantes. Las técnicas más utilizadas hoy día son: Medidas preventivasDado que las causas de esta enfermedad son desconocidas, no existe un mecanismo preventivo para evitar su aparición.
En las personas ya diagnosticadas de esta enfermedad, se podría evitar los ataques de dolor, evitando realizar o tocar las maniobras o zonas consideradas como zonas gatillo. | |
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