Anablue MODERADORA GLOBAL
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| Tema: **Endocrinología y nutrición**-Obesidad Mar Abr 29, 2008 2:12 am | |
| ¿Qué es? Se considera malnutrición aquella situación que se desvía de un estado nutricional adecuado, existiendo un desequilibrio entre el aporte de nutrientes y las necesidades metabólicas y tisulares, ya sea por exceso (obesidad) como por defecto (desnutrición).
La obesidad es aquel estado nutricional consecuencia del aporte excesivo de nutrientes, que sobrepasa las necesidades diarias para la formación de energía y sustancias del organismo. Existe un balance positivo entre lo ingerido y las pérdidas, con el consiguiente aumento de peso. Se habla de obesidad cuando el peso real supera al ideal en más del 30%.
La obesidad es la enfermedad metabólica más prevalente del mundo occidental y constituye una causa muy importante de morbimortalidad. Aumenta la mortalidad claramente en sus grados de severa y mórbida. ¿Cómo se produce? Las causas de obesidad son variadas, aunque en general se clasifican en dos mecanismos básicos, el ingreso excesivo de nutrientes o el consumo insuficiente de éstos.
En cuanto al ingreso excesivo, esto puede presentarse en personas con trastornos en el centro cerebral regulador de la saciedad, pacientes con trastornos psiquiátricos, etc.
El consumo insuficiente de nutrientes se da en aquellos pacientes con vida sedentaria. También existen diversas teorías que abogan por una disminución del gasto energético secundaria al menor uso de energía en diversas reacciones enzimáticas del organismo, en la formación de calor, etc.
Aunque son una minoría, existen también algunas causas de obesidad secundaria, como son:
* Debidas a problemas cerebrales, como tumores, lesión hipotalámica. * Debidas a problemas endocrinos como hipotiroidismo, déficit de hormona del crecimiento, aumento de cortisol. * Debidas a problemas genéticos, como Síndrome de Down, Síndrome de Prader-Willi. * Secundaria a fármacos, como corticoides, fenotiazinas...
Sintomatología El síntoma general más característico es el aumento de peso, que conlleva una serie de consecuencias, como son:
Consecuencias metabólicas y endocrinas: resistencia periférica a la acción de la insulina que provoca tendencia a padecer diabetes, hiperinsulinemia, aumento del número de lipoproteínas (proteínas con ácidos grasos), etc.
Consecuencias osteomusculares: la obesidad es una sobrecarga mecánica para el organismo, en particular para las articulaciones, pudiendo conllevar la aparición de artrosis y dolores musculares por sobrecarga de éstos en los movimientos.
Consecuencias respiratorias: por el aumento de grasa en la pared torácica puede provocar problemas en la respiración, síndrome de apnea del sueño, etc.
Consecuencias psicológicas: tendencia en ocasiones a la depresión y aislamiento social, por no estar conformes con su imagen corporal.
Consecuencias cardiovasculares: producción de aterosclerosis en los vasos, que aumenta el riesgo de padecer enfermedades coronarias, cerebrales, etc... También existe mayor probabilidad de padecer hipertensión arterial. Diagnóstico En general, la exploración del estado nutricional comprende una anamnesis cuidadosa, prestando especial atención a los hábitos dietéticos, a las enfermedades asociadas y a la historia farmacológica. Es también muy importante una exploración clínica completa y la obtención de determinados parámetros nutricionales analíticos más específicos.
Podemos decir que la valoración nutricional está fundamentada en la obtención de las siguientes medidas:
Medidas antropométricas: talla, peso, índice de masa corporal (IMC: peso entre la talla en metros al cuadrado), medición de los pliegues cutáneos y las circunferencias (área muscular de las extremidades). Los pliegues y las circunferencias nos informan del compartimiento graso y muscular del organismo. En general, en función del IMC podemos clasificar al paciente en: 25-26,9 sobrepeso, 27-29,9 obesidad leve, 30-34,9 obesidad moderada, 35-39,9 obesidad severa, y mayor de 40 obesidad mórbida.
Parámetros analíticos: encontraremos aumento de colesterol, de glucosa en ayunas, de triglicéridos. En los casos de obesidad secundaria, en el estudio hormonal o genético, podremos encontrar las alteraciones derivadas de cada una de las patologías causantes. Tratamiento La obesidad es una enfermedad crónica, que precisa de una asistencia prolongada, incluso a veces de tratamiento psicológico.
Como primer paso hay que descartar las causas de obesidad secundaria, las cuales tendrán un tratamiento distinto según sea el caso. Las recomendaciones siguientes van dirigidas a la obesidad primaria, secundaria al aumento de ingesta o a la disminución del gasto energético.
Inicialmente hay que modificar la actitud del paciente y el estilo de vida que ha propiciado la obesidad. La dieta debe ser hipocalórica (baja en calorías), equilibrada y aceptaba por el paciente, siendo el paso fundamental para conseguir el éxito en el tratamiento. Se utilizan dietas de 800-1500 kcal/día para conseguir una disminución del peso de aproximadamente un kilo por semana, aunque esto siempre debe individualizarse según cada paciente.
Junto a la dieta es imprescindible hacer ejercicio moderado y adaptado a las cualidades del paciente, lo cual es beneficioso en múltiples áreas del organismo (corazón, osteomuscular,..). Es preferible siempre el ejercicio aeróbico (caminar, correr,...).
A veces, cuando las medidas anteriores no son suficientes es necesario recurrir al uso de fármacos. Algunos de éstos, en función del mecanismo de acción, son:
* Inhibidores de la absorción de los nutrientes, como es el caso de orlistat, que disminuye la absorción de grasas. * Fármacos anorexígenos, que disminuyen la sensación de hambre, como es el caso de la sibutramina. * Uso de fibra dietética saciante antes de las comidas, para disminuir el apetito.
En último lugar, en paciente con un peso que excede en más de 45 el peso ideal, con un IMC mayor de 40, y tras haber fracasado las anteriores medidas terapéuticas, se puede plantear el tratamiento quirúrgico. Previamente se debe haber descartado alteraciones psiquiátricas, y debe existir un riesgo quirúrgico y anestésico aceptable que no contraindiquen la cirugía. No obstante, la operación no está exenta de complicaciones, y por ello la obesidad debe estar causando importantes complicaciones orgánicas (diabetes, hipertensión incontrolable, enfermedades coronarias,..) que superen los riesgos quirúrgicos, para decidir indicar esta técnica quirúrgica.
Posibles complicaciones de la cirugía: nauseas, dolor abdominal, déficits nutricionales, anemia, aparición de colelitiasis (cálculos en la vesícula), caída de pelo... Medidas preventivas
Se recomienda una dieta equilibrada, variada, que cubra los distintos principios nutricionales. En general, las necesidades calóricas son de aproximadamente 2800 kcal/día en el hombre y de 2000 kcal/día en la mujer.
Las proporciones de los alimentos en una dieta equilibrada son las siguientes:
1. Se recomienda que las proteínas ocupen el 15-20% del total de calorías (0.8-1 gr/kg/día).
2. Los lípidos deben constituir el 25-30% del total de la energía. El consumo de colesterol debe ser menor de 300mg/día.
3. Los hidratos de carbono deben constituir el 50-60% del aporte energético.
4. Es recomendable asegurar la ingesta de fibra siendo la cantidad óptima de 25-30g/día.
5.Las necesidades de agua se pueden calcular según el peso del individuo, siendo la cantidad adecuada 35 ml/kg/día.
En general, se recomienda el modelo de dieta mediterránea, es decir, elevado consumo de verduras y frutas, con aporte importante de fibra, vitamina C y carotenos, consumo de aceites vegetales, sobre todo el de oliva, elevado consumo de pescados, suficiente ingesta de leche y lácteos, que van a contribuir al aporte de calcio y proteínas, moderado consumo de alcohol y azúcares, limitado consumo de sal y aceptable exposición al sol para asegurar el aporte de vitamina D. | |
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